La búsqueda del ‘Ángeles Alvariño’ será hasta el jueves
El buque reanuda la inspección tras unos días inoperativo debido a una avería Los forenses piden que no se especule con la forma de morir de las dos menores
El buque del Instituto Español de Oceanografía Ángeles Alvariño prolongará hasta este próximo jueves las labores de rastreo en busca de Tomás Gimeno y su hija de 1 año, Anna, que reanudó ayer lunes tras permanecer unos días inoperativo por una avería.
Así lo anunció ayer el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, en uno de los actos en los que acompaña ayer en Las Palmas de Gran Canaria a la ministra de Economía, Nadia Calviño.
Tras una rueda de prensa ofrecida por Calviño y el presidente canario, Ángel Víctor Torres, Pestana informó de que este barco oceanográfico finalizará este jueves «una casi tercera prórroga de su trabajo en Canarias» en el marco de la investigación judicial abierta tras la desaparición de Tomás Gimeno y sus dos hijas y que ha permitido encontrar hasta el momento el cadáver de la mayor.
De esta forma, el Ángeles Alvariño «apurará al máximo los compromisos de investigación que tiene en otras zonas del país», refirió Pestana, quien agradeció «la generosidad del Ministerio de Ciencia» con la instrucción de este caso de violencia machista y vicaria.
A juicio del delegado del Gobierno canario, la intervención «inédita» de un recurso de estas características, junto al gran compromiso del equipo de la Guardia Civil que participa en las labores de búsqueda, han permitido que la investigación «dé sus frutos».
EVITAR CONFUSIONES El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imlcf) de Santa Cruz de Cruz de Tenerife solicitó ayer «prudencia extrema» respecto de las posibles interpretaciones del informe preliminar de autopsia de la niña cuyo cuerpo se rescató del fondo del mar el pasado jueves, ya que el hecho de que la causa inmediata de la muerte haya sido «compatible con edema de pulmón agudo» no permite en ningún caso aventurar hipótesis como el ahogamiento o la inhalación de tóxicos que, apuntaron fuentes del mencionado organismo, «solo sirven para generar confusión y añadir más dolor».