«Me dio un papel y de pronto noté tres golpes en el costado»
La víctima relata reiterados conflictos previos por la custodia del hijo en común El acusado se defiende en que «solo quería asustar» a su ‘ex’ por las disputas
Me dijo que me había pasado mientras me entregaba un papel y después de pronto solo noté tres golpes en el costado». La mujer que fue apuñalada por su exmarido a las puertas del colegio Estepar de Castelló el pasado mes de febrero del 2020 describió así los hechos durante el transcurso de la primera sesión de juicio celebrada ayer lunes en la Audiencia Provincial de Castellón.
La vista arrancó con un interrogatorio al encausado, actualmente en prisión provisional, en el que optó únicamente por responder a las cuestiones del Ministerio Público y el letrado de la defensa, acogiéndose a su derecho. En su relato de los acontecimientos, el varón excusó que «era un acto no programado y mi intención no era acabar con ella, sino asustarla». Una actitud que justificó en la reducción de horas del régimen de visitas al hijo en común: «Quería que el miedo que yo sentía de que me iba a quitar al niño lo pasara ella», recalcó el acusado.
EXIMENTES
La defensa solicitó también la aplicación de eximentes al varón en contraposición a la petición de siete años y medio de prisión realizada por la Fiscalía por un presunto delito de asesinato en grado de tentativa, tal y como recogió este diario, y los más de nueve por parte de la acusación. Al respecto, el hombre relató padecer un trastorno de salud mental y haber solicitado un ingreso en el Hospital Provincial y el proyecto Amigo para superar las patologías, además de diferentes intentos autolíticos previos.
La exmujer fue la siguiente en prestar declaración ante el juez sobre cómo se dirigió hacia ella el varón en las puertas del centro: «Llevaba un papel. Él me llamó y me puse de lado cuando me dirigí a él porque desconfiaba y luego solo sentí tres golpes», explicó la víctima, quien relató una serie de conflictos previos al suceso: «Me llamaron varias veces del colegio, una porque el niño había visto vídeos porno en la tablet del padre». «Las llamadas de teléfono, la actitud y la dejadez era habitual», añadió ante el tribunal.
Varios padres, entre ellos un Guardia Civil, se encargaron de reducir al agresor hasta que llegaron una gran cantidad de efectivos de la Policía Local y la Policía Nacional a atender el aviso. Todos los efectivos policiales coincidieron en una frase que pronunciaba el procesado una vez reducido: «Voy a levantarla al aire», concretaron, a lo que otros añadieron que el acusado pronunció que «si no lo hacía hoy, sería otro día».
También fueron citadas en calidad de testigos dos de las madres que presenciaron la agresión, que detallaron el gesto de apuñalamiento realizado contra la víctima. Ahora el juicio está previsto que se retome este jueves.