Díaz necesita a las confluencias para cambiar a sus ministros
La vicepresidenta abre las puertas a una crisis de Gobierno futura
Cuando Pedro Sánchez le contó a Yolanda Díaz su intención de remodelar el Gobierno, la líder de Unidas Podemos le dejó claro que sus ministros eran intocables. Cualquier otra opción podía causarle complicaciones a la vicepresidenta segunda, que en aquel momento ya había recibido el mandado (a propuesta suya) de la mesa confederal –el órgano de coordinación entre Podemos, IU, En Comú Podem y Galicia en
Común– de plantarse ante el jefe del Ejecutivo si este proponía cambios en el sector morado del Consejo de Ministros.
Aun así, ayer, apenas 48 horas después de que Sánchez ejecutara esa remodelación de su Gabinete sin resistencias de ningún tipo, la líder de Unidas Podemos no descartaba otra crisis de Gobierno en el futuro que afectase a los suyos. Más por no cerrar puertas que porque tenga en mente ningún cambio, matizan en su entorno. «En absoluto», sentenció Díaz ayer al ser preguntada sobre si los ministros morados tenían asegurada su permanencia en el Gobierno hasta el fin de la legislatura. A renglón seguido, insistió en que «la política, como la vida, es dialéctica y siempre hay que dar nuevas respuestas». «Ya veremos lo que pasa de aquí en adelante», concluyó.
Más allá de las intenciones que pueda tener la vicepresidenta, en la coalición morada tienen claro que no podría actuar por su cuenta y riesgo. El reparto de poderes que acordó Pablo Iglesias a finales de 2019 con el resto de líderes otorgaba a Podemos dos ministerios (Derechos Sociales e Igualdad), uno a IU (Consumo), otro a En Comú Podem (Universidades) y el último a Galicia en Común (Trabajo). Para evitar luchas internas, este equilibro solo podría variar de manera pactada,