Siniestralidad muy alta en 6 puntos de las carreteras castellonenses
Los Km. 19 y 20 de la N-234 en Sot de Ferrer, entre los diez más peligrosos del país Jérica, Morella, Xilxes y el tramo entre Almassora y el Grau, también tienen riesgo
Los kilómetros 19 y 20 de la nacional N-234 de Castellón, a la altura de Sot de Ferrer, son dos de los diez puntos más peligrosos de la red de carreteras en España, según el informe anual que elabora Automovilistas Europeos Asociados (AEA). En total, la provincia registra seis zonas con un índice de peligrosidad muy elevado del total de 22 en la Comunitat Valenciana, correspondientes a 12 vías.
En la provincia de Castellón tres de los puntos negros están en la N-234, los dos ya mencionados y otro en el kilómetro 44, muy cerca de Jérica, si bien este ocupa el puesto 102 entre los puntos más peligrosos, mientras que los otros dos son el noveno y décimo. De hecho, en el periodo analizado se registraron cinco accidentes con 11 víctimas mortales o heridos graves. Las otras vías con puntos conflictivos son el kilómetro 49 de la N-225, en la carretera que une Almassora con el Grau de Castelló --no remodelada--, que ocupa el lugar 101; el kilómetro 64 de la N-232, cerca de Morella, donde se está ejecutando la mejora de los accesos, y el kilómetro 948 de la N-340, justo en la entrada de Xilxes, que ocupa el puesto 89 por peligrosidad.
La provincia de València, con 12, es la que más puntos negros acumula según el informe de la Organización de Defensa de los Automovilistas, mientras que Alicante tiene cuatro. AEA analizó la peligrosidad de la Red de Carreteras del Estado entre 2015 y 2019, a partir de los últimos datos disponibles del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Entre los 500 puntos negros de las red estatal, la Comunitat Valenciana acumula un total de 22 tramos muy complicados, es decir, con un índice de peligrosidad diez veces superior al de la media nacional. En la provincia de València cuatro puntos negros se ubican en la N-3, otros cuatro en la N-330, tres en la N-322 y uno en la N-330a, según Automovilistas Europeos Asociados. Dos de ellos, en la antigua carretera de Madrid, se sitúan entre los 50 puntos más conflictivos de España.
En cuanto a Alicante, los cuatro puntos negros se reparten entre la A-7, A-77a, N-325 y N-332, aunque su índice de peligrosidad no es de los más elevados.
El informe de Automovilistas Europeos Asociados destaca que en el quinquenio analizado (2015-19) el índice de peligrosidad medio de la Red de Carreteras del Estado -que es el indicador más fiable para medir la conflictividad de las vías- ha bajado un 3% respecto del quinquenio anterior (9,5 frente a 9,8). Sin embargo, se han detectado más tramos que superan en más de diez veces ese índice, pasando de 180 a 500, en los se contabilizaron 1.685 accidentes y 2.523 víctimas, la mayoría de ellos heridos leves.
En las carreteras convencionales, el tramo más peligroso se halla en el Km. 245 de la N-2, en la provincia de Zaragoza, con un índice de peligrosidad que supera en 686 veces la media nacional.