El Periódico Mediterráneo

«Decidí dejarlo cuando una mafia amenazó a mi madre»

Testimonio de un exadicto

- TRASTORNO S. R.

Tiene 47 años y las últimas dos décadas ha estado consumiend­o marihuana. Ahora está intentando superar esta adicción, que le ha dañado en todos los aspectos de la vida, en el centro de día de Patim que tiene carácter ambulatori­o. Además, vive en un piso tutorizado. «Realmente, empecé a consumir tarde, a los 27 años, con un amigo que tomaba. Todos los domingos con la excusa del fútbol consumía, él me lo regalaba y decidí compensarl­e y comprar alguna vez, pero me sobraba y, entonces, el consumo pasó también a ser entre semana», explica este hombre.

«Llegué a traficar para poder pagar lo que yo tomaba y tuve problemas con las mafias, hasta que amenazaron a mi madre», detalla. Este fue el punto de inflexión que le llevó a tomar la decisión valiente de poner solución a este problema adictivo. «Le conté a ella lo que me pasaba y mi familia puso en marcha todo el proceso». A partir de ahí empezó a ver la luz para salir del túnel en el que llevaba desde hacía años y que fue también la causa de su divorcio. «Ella no pudo soportar mi consumo, teníamos problemas económicos y, a pesar de eso, yo no dejaba de comprar cannabis», señala.

Su adicción también le ha generado trabas laborales. «Me considero buen trabajador, aunque en algunos empleos mi estado por consumir pudo ser el motivo del despido», resalta.

Lanza un mensaje claro a los jóvenes. «La marihuana puede desinhibir y resultar atractiva, pero puede afectar a la salud mental. Yo sufro trastorno esquizoafe­ctivo y tengo que tomarme tres pastillas al día de por vida. Los efectos a la larga pueden afectar toda la vida», comenta. Ahora ve el futuro con esperanza, su estado y el trato con su familia ha mejorado y espera encontrar un trabajo después de superar el problema.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain