LUZ VERDE A LA PENYAGOLOSA TRAILS MÁS DESEADA
Dani Milián, un corredor de BTT de Teruel afincado en Almassora desde hace ya siete años, empieza mandando en la Mediterranean Xtrem 2021(o MedXtrem 2.0, aunque se trata de la séptima edición), al imponerse con holgura en la primera de las tres etapas, con salida en Vila-real y llegada en Montanejos: 115 kilómetros en total, con 3.000 metros de desnivel acumulado.
El recientemente campeón de España de XCM (categoría máster 30) invirtió cinco horas, 33 minutos y 49 segundos, aventajando en seis minutos y 10 segundos a Marcos González, con el portugués Santos Carlos Manuel tercero, a 9.36. La vila-realense Aida Beteta, que invirtió nueve horas, dos minutos y 56 segundos, fue la mejor entre las mujeres, con más de 50 minutos sobre Celia Ruiz de Viñaspre. Un total de 152 ciclistas todoterreno cubrieron la jornada.
Después de un inicio en el que los tres protagonistas rodaron
La Penyagolosa Trails pospandemia ya está en marcha. La pasada medianoche arrancó, desde las pistas de atletismo de la UJI, la CSP (la carrera larga, de 110,1 kilómetros), mientras que más o menos juntos, Milián dio el hachazo en la segunda parte de la etapa, hasta alcanzar significativas ventajas en meta. De hecho, el luso pasó primero por los dos primeros avituallamientos.
Hoy, la segunda etapa de la MedXtrem es un trazado con salida y llegada en Montanejos (65 kilómetros y 1.900 metros de desnivel). Esta localidad verá partir a los supervivientes mañana, con otros 125 kilómetros y un desnivel de 2.800 metros, esta vez con la meta situada en Benicàssim, punto y final de una prueba de 305 kilómetros de recorrido y un total de 7.700 metros de desnivel acumulado. O sea, números a tener muy en cuenta.
Las tres jornadas constan de unos 305 kilómetros de recorrido, con 7.700 metros de desnivel
Una de las claves del recorrido de esta edición, como se desprende de los guarismos anteriores, es un reparto más equilibrado de la dureza. Habitualmente, la primera etapa de la Mediterranean Xtrem concentraba la mayor parte de su exigencia, marcando demasiado a la carrera. Era un trazado de más a menos dureza. Este año, las tres jornadas tienen una dificultad similar, que se puede considerar elevada aunque sin llegar a los niveles de la primera etapa de las ediciones anteriores, lo cual abre el abanico de una cita que, sin rebajar su exigencia, distribuye mejor los esfuerzos a lo largo de sus tres días.
Con todo, el finisher se lo habrá currado. Muchos ya lo celebraban ayer a su manera, reponiendo fuerzas tanto por la vía de la nutrición como de un baño en el Millars, aprovechando la benignidad meteorológica del día.