1,1 millones para garantizar el agua potable en Almassora
El nuevo depósito que construyen triplicará la capacidad que tenía el de 1932
Triplicará su capacidad, que pasará de los 1.700 metros cúbicos anteriores a los 5.000 una vez finalizado y puesto en funcionamiento. Esta es la principal característica del nuevo depósito que garantizará el abastecimiento de agua potable de Almassora para las próximas décadas, así como la calidad de un servicio básico para la ciudadanía. El concejal de Servicios Públicos, Joan Antoni Trenco, comprobó a pie de obra las labores de construcción de la nueva infraestructura para el siglo XXI, que sustituirá la antigua, levantada en el año 1932, y en cuya ejecución (la previsión es que esté finalizada el primer trimestre del próximo ejercicio del 2022) invertirán 1.124.000 euros.
El nuevo sistema de almacenamiento está en ejecución tras el derribo del antiguo depósito, de manera que los trabajos para dar forma al renovado recinto se desarrollan en el mismo emplazamiento. A Trenco le acompañaron en su visita la jefa de servicio de Facsa, Patricia Agrasar, y el responsable de zona, Rafael Ferrer.
CONEXIÓN La nueva instalación recibirá el agua procedente de los pozos 1 (local), 2 y 3 (situados a casi un kilómetro de distancia) y, a su vez, comunicará mediante una válvula motorizada el depósito de relevación. Entre ambos sumarán 7.000 metros cúbicos y eliminarán las pérdidas de agua que se producen actualmente por las grietas y fisuras que presentaba el viejo depósito. Según indican desde la empresa concesionaria del servicio, la antigüedad de las instalaciones motiva esta iniciativa, que aumentará la capacidad de almacenamiento de agua potable.
LÍNEA ELÉCTRICA // Previamente al inicio de la demolición del depósito, la empresa encargada de desarrollar los trabajos desmanteló la línea aérea de media tensión que atravesaba la parcela, a la vez que habilitaron la instalación hidráulica que permite garantizar la continuidad del suministro de agua a la población mientras duren las labores de derribo que, una vez finalizadas, darán paso a la creación del nuevo recinto.
La intervención se suma a otras ejecutadas recientemente en el núcleo urbano del litoral de Almassora para mejorar la red de agua potable de las calles Las Farolas y Garbí y la avenida Mediterrània y solucionar el problema de fugas que se daba en la zona.