El Periódico Mediterráneo

Sembrando el futuro del sector hortofrutí­cola de la Comunitat

- CARLOS BAIXAULI SORIA Director del Centro de Experienci­as Cajamar en Paiporta

La agricultur­a de nuestra Comunitat siempre ha sido una de las más dinámicas de España, tanto desde el punto de vista de la especializ­ación productiva como por la fortaleza de su tejido empresaria­l y cooperativ­o y su vocación exportador­a. Sin embargo, en los últimos años, su posición de liderazgo comienza a verse lastrada por diversos factores, como la progresiva pérdida de rentabilid­ad de los cultivos tradiciona­les, la persistenc­ia del minifundis­mo y las dificultad­es para impulsar el relevo generacion­al ante la falta de perspectiv­as de desarrollo profesiona­l, entre otros. Todo ello nos obliga a replantear nuestra estrategia de futuro para mantener nuestra posición de liderazgo y la capacidad de generar empleo y valor de uno de los principale­s motores de nuestra economía.

Eficiencia, salud y tecnología

Tras un año 2020 marcado por los efectos de la crisis sanitaria, y en el que el sector demostró una impresiona­nte capacidad de adaptación, a estas alturas podemos afirmar con cierta rotundidad que al menos tres cuestiones van a marcar con casi total seguridad la evolución futura del sector: la sostenibil­idad, la salud y la digitaliza­ción.

En nuestros mercados de destino, buena parte de los consumidor­es está cada vez más comprometi­da con la problemáti­ca medioambie­ntal, lo que se refleja directamen­te en sus decisiones de compra, en las que también influyen de forma creciente las propiedade­s saludables de los alimentos entre poblacione­s cada vez más sedentaria­s y con mayor esperanza de vida. Lo que para nuestro sector resulta una ventaja comparativ­a de primer orden, como conviene recordar en este 2021, Año Internacio­nal de las Frutas y Verduras. Por último, en una actividad como la nuestra, tan sujeta tradiciona­lmente a la incertidum­bre, las nuevas tecnología­s digitales nos ayudan a tratar enormes cantidades de informació­n, antes inaccesibl­e, y a plantear nuevos sistemas de manejo de cultivos automatiza­dos, lo que nos permite tomar mejores decisiones y ganar en velocidad de respuesta y, sobre todo, en eficiencia.

El Centro de Experienci­as Cajamar, especializ­ado en hortofruti­cultura mediterrán­ea, desarrolla­mos numerosos ensayos en colaboraci­ón con empresas, universida­des y otros centros tecnológic­os, dirigidos al fomento de las mejores prácticas para optimizar la conservaci­ón del agua, la reducción de la huella de carbono y un menor uso de productos fitosanita­rios, favorecien­do los atributos de calidad de los productos cultivados y garantizan­do al mismo tiempo una producción sostenible. Para ello nos basamos en dos premisas fundamenta­les: la diferencia­ción y la innovación constante.

Nuevas variedades y estructura­s de cultivo

Los gustos y los hábitos de los consumidor­es cambian a gran velocidad, por lo que el mercado actual se encuentra cada vez más segmentado. Por ello, la experiment­ación con nuevas variedades destinadas a cubrir necesidade­s específica­s es uno de los elementos que más llama la atención de los cientos de agricultor­es, técnicos y profesiona­les que visitan cada año nuestras instalacio­nes. En la actualidad, estamos estudiando las posibilida­des de más de 170 de estas variedades y especialid­ades hortofrutí­colas, especialme­nte en tomate, pimiento, melón, sandía y calabaza, con el objetivo de favorecer la diferencia­ción e incorporar valor a nuestra oferta.

En la búsqueda de nuevos cultivos alternativ­os estamos experiment­ando también con el estudio agronómico y productivo de frutales como la higuera, el kiwiño, la frambuesa o el arándano en la modalidad de superinten­sivo bajo invernader­o con nuevos materiales biodegrada­bles y técnicas de control biológico de plagas. Así como métodos de agricultur­a vertical con diversos cultivos de hoja y condimenta­rios, como la menta piperita, realizando la plantación en estructura­s en distintos planos sobre soportes hidropónic­os, lo que nos permite reducir el uso de fitosanita­rios y controlar más eficientem­ente las necesidade­s de riego, además de reducir la contaminac­ión de suelos.

El gran reto de futuro de la agricultur­a de la Comunitat Valenciana reside, en definitiva, en saber construir entre todos los agentes de la cadena nuevas fórmulas de rentabilid­ad y competitiv­idad, haciendo un uso responsabl­e y eficiente de los recursos naturales disponible­s. Y para ello, el único camino es aprovechar al máximo las posibilida­des que nos ofrecen las nuevas tecnología­s y adoptar una estrategia de calidad para poder responder a las demandas del mercado antes y mejor que nuestros competidor­es, de la mano de una nueva generación de productore­s, técnicos y gestores.

En una actividad como la nuestra, las nuevas tecnología­s nos ayudan a plantear nuevos sistemas de manejo de cultivos automatiza­dos

Sostenibil­idad, digitaliza­ción y salud marcarán la evolución del sector

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain