La obra pública se eterniza
La inversión del Estado hasta agosto en Castellón es la más alta en 10 años pero la burocracia ‘condena’ los proyectos
El Estado invierte en Castellón la cifra más alta en 10 años pero la burocracia condena los proyectos
Los constructores critican que no exista continuidad en los presupuestos para el 2022
Los castellonenses reciben de la Generalitat tres veces menos que la media por habitante
La obra pública licitada por el Estado en Castellón, casi 80 millones de euros de enero a agosto, es la más alta de la serie de la última década para este periodo, lo que no reduce las quejas del sector de la construcción con unos presupuestos generales del Gobierno central «insuficientes» para la provincia y, sobre todo, el mal endémico de la burocracia que «eterniza obras» muy necesarias para el progreso de Castellón, «por parte de todas las Administraciones públicas».
En el ránking nacional, Castellón es la decimoquinta provincia que más inversión derivada de licitación en obra pública ha recibido este año del Estado (que supera a la local y autonómica juntas). En verano remontó y entre las partidas más importantes destaca el corredor ferroviario, PortCastelló y la presa de Arenós (ver gráfico).
En estos ocho meses, de todas las Administraciones --según el último balance de Seopan con datos recopilados por la Cámara de Contratistas--, Castellón recibe 140 millones (la más alta desde el 2012, entonces fueron 241 millones). Es la suma de 79,6 millones del Estado, 19,5 millones de la Generalitat y 41,2 millones de la Local. La obra civil, con 102,2 millones pesa más que la edificación: 38,1.
EL ANÁLISIS Con todo este abanico de cifras en la mano, el gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana, Manuel Miñés, es tajante: «Una cosa es licitar obra pública y otra los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2022. Se aprecia un largo periodo de maduración y lentitud administrativa desde que se licita una obra hasta que se inicia y empieza a consumir anualidades, que son las que se reflejan en los PGE. Además, hay obras con plazos excesivamente dilatados».
Al respecto, sostuvo que «en licitación, en este 2021 Castellón va muy bien. En base a su población representa un 12% de la Comunitat y, por ahora, la provincia lleva un 25% de la licitación de la obra estatal, con esos 79 y pico millones de euros. Aunque se debe a temas puntuales, como la licitación del corredor ferroviario Castellón-Vinaròs, con una inversión que pesa suficiente para desequilibrar este ejercicio frente a otros».
Hay peros. «Esa licitación tiene lugar en mayo y hemos llegado a octubre y aún no se ha adjudicado. Y aunque este trámite ocurra mañana, pues luego le sigue el depósito de fianza, la intervención del Estado, la formación del contrato, poner la primera piedra antes de diciembre, luego los 14 meses para hacer la obra, que serán 18 al final. Se ejecuta la obra de vía y electrificación y falta la señalización, y de nuevo a tramitar. y como siempre, se pone antes la carreta que los bueyes», expresó Miñés. «En el año 2002 se puso la primera piedra. Llevamos camino de 20 años. Las obras se eternizan. La Administración es lenta pero habrá que darle rapidez. Es la diferencia entre licitación y ejecución de obra. Y luego está la escasa inversión para Castellón en los PGE del 2022. El ritmo de ejecución es lento, con anualidades que una vez adjudicada la obra son dispares en cuanto a plazos. ¿Cómo ponen de plazo 24 meses cuando las empresas quieren hacer obra y rápida? También podían poner más anualidades y los presupuestos serían mayores», propuso.
CARRETERAS Los constructores recordaron que el Estado prevé algo más de 9 millones para culminar la obra del barranco de la Bota, en la N-232, «pero faltará otro tramo, que necesitará de 15 o 16 millones. No podemos esperar a que se licite y haya un lapso de tiempo a mediados del 2022 sin poder adelantar nada». Para Miñés, reservar en los presupuestos de obras anualidades con una cifra mínima simbólica, por ser insuficiente, «no sirve para nada». Y luego, analizó, otro hándicap es «el grado de ejecución de los presupuestos, muchas veces ridículo, con lo que vuelves a empezar al año siguiente. Debería potenciarse encadenar una obra con otra y terminar que un itinerario llegue donde tiene que llegar. Hay muchas obras que deberían estar ya en la casilla de salida». Al tiempo, criticó el descenso de inversiones de Acuamed, un -16% en el país.
Para la patronal de la construcción de Castellón APECC, el vocal de la junta de gobierno, David Ruiz, lamenta que «durante este 2021 solo existen dos importantes obras del Ministerio, en carreteras: la N-232 (La Bota-Masía de la Torreta) que dio comienzo en 2018 y para la que los PGE del 2022 contemplan 9.398.000 euros. Y se adjudicó la ampliación de la plataforma y reordenación de accesos a la N-238 (Vinaròs-enlace AP-7) por 10.583.666 euros, que se prevé acabe en 2022». «Las inversiones estatales para el año próximo son exiguas y solo destacan las del Puerto, con 24.074.000 euros».
¿Qué le pediría a las Administraciones públicas? «Avanzar en infraestructuras terrestres. Castellón precisa completar la CV-10 desde Vilanova d’Alcolea-La Jana; unir CS-22 y CV-10; desdoblar la CV-141 desde N-340 hasta la urbanización Lloma Bella; terminar la CV-140 desde Peñíscola a Benicarló; desdoblar la N-340 entre Benicàssim y Orpesa; unir la CV-10 y la CV-16; y una nueva conexión CV-20 y CV-21», reivindicó Ruiz.