Koeman, cabizbajo: «Entiendo la frustración»
Al técnico del Barça se le acaban los argumentos
A Koeman se le acaban las palabras y, por supuesto, hasta los argumentos. Cada encuentro contra un rival grande supone una bofetada de impotencia. Una sonora bofetada que mina la credibilidad emocional de un Barça que no tiene autoridad en su juego. «Sí, entiendo la frustración. Sí, la entiendo», admitió el técnico con un tono de voz apagado, lejos de la energía que exhibía al inicio del curso. Esquivó recurrir al famoso «es lo que hay», convencido de que podrá revertir la situación que cada vez se le va envenenando más y más. «Hicimos méritos para tener otro resultado», afirmó el técnico.
Pero los méritos no cuentan en el marcador. Y menos cuando el Barça es caritativo de tal manera que da vida al Madrid. «Teníamos una ocasión muy clara para ponernos 1-0 y luego llega el 0-1, son los detalles que cambian todo», aseguró Koeman. Del derechazo que envió
Dest a las nubes al zurdazo de Alaba que batió a Ter Stegen. «En la primera parte estuvimos bien, creamos esa ocasión tan clara», recalcó el técnico. Una ocasión que no valió para nada porque dejó al Barça descolocado y asombrado por la magnitud del error cometido por el exdefensa del Ajax. «Es todo diferente si te pones en el marcador o juegas con el resultado en contra», añadió el míster.
Entendía Koeman que ese par de acciones ejercieron un poder devastador en el clásico, certificándose, de nuevo, que el Barça no está, ni puede, competir con los clubs grandes. Y basta ver la acción del 0-1 de Alaba para comprobar los problemas defensivos de los azulgranas. «Hay que romper el contrataque, hacer falta», suplicó en vano Koeman, asumiendo que «ese otro partido» no llegó porque el Barça provocó la combinación letal. Error en el área de Courtois. Error en el área de Ter Stegen.