El Barça de Koeman se estrella siempre contra los grandes
El triunfo contra la Juve (octubre 2020) es el único en los últimos 12 meses ante rivales importantes Primera División
Cada encuentro con un grande se convierte en un drama grande para el Barcelona de Ronald Koeman, que lleva en su rostro la impotencia dibujada. Cada partido con un grande, incluyendo en esa lista al Benfica, supone una bofetada llena de frustración. Ya son 12 y solo una victoria (hace casi un año en Turín ante la Juventus) revelan el inevitable descenso de nivel que ha vivido el conjunto azulgrana.
Con y sin Messi. Con y sin Griezmann. Poco importa ya quién juegue porque Koeman no encuentra el camino para superar esas piedras tan grandes, que han ido quebrando su credibilidad y la de sus jugadores. «Cada vez estamos más cerca de ganar un partido grande», dijo tras el 1-2 del Madrid, asumiendo en esa misma frase la sensación de debilidad que atosiga al Barça, acostumbrado en los últimos años a vivir en la opulencia ofensiva donde el gol era un bien de consumo diario. Sufriendo ahora, la miseria transformado cada tanto en una conquista de altísimo esfuerzo.
Además, Koeman va perdiendo piezas en cada partido. En el clásico no solo encajó la derrota sino que se quedó sin Frenkie de Jong, aquejado de una elongación muscular que le tendrá de baja mañana en Vallecas y el sábado en el Camp Nou contra el Alavés. Y, además, Pedri tampoco se ha recuperado de otra lesión muscular, la segunda que encadena esta temporada tras sumar partidos de la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de Tokio.
UN GOL EN 360 MINUTOS A diferencia de otros partidos, Koeman no se refugió en que tiene lo que tiene sino que considera que «se debe exigir, claro que sí». Mucha exigencia, pero poco resultado. «Hemos demostrado no ser inferiores al Madrid», reiteró el técnico holandés, aunque esa cercanía que revela no se atisba todavía, ya que en el duelo con el Madrid, aún resulta peor. Tres clásicos y tres derrotas (1-3 y 1-2 en el Camp Nou, y 2-1 en Valdebebas), a pesar de que el equipo que dirige Carlo Ancelotti tampoco irradia solvencia y frescura esta temporada.