Vila-real retoma tras el parón por el covid la ordenanza de las peñas
La edila de Seguridad, Silvia Gómez, reconoce que la nueva norma aún no estará lista para Sant Pasqual El objetivo es regular el uso de los casals para asegurar una convivencia óptima con los vecinos
La comisión informativa creada por el Ayuntamiento de Vila-real en noviembre del 2019 para elaborar una normativa que regule el uso de los casals y mejore la convivencia entre peñas y vecindario, volverá a reunirse la próxima semana, tras el obligado parón por la pandemia del covid.
La normativa va más allá de los periodos de fiestas patronales de Sant Pasqual y la Mare de Déu de Gràcia, por cuanto lo que se prevé regular es la utilización de estos recintos festivos durante todo el año, lo que en algunos casos genera molestias a los residentes de la zona, de manera especial los fines de semana y víspera de festivos.
Según explica la concejala de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez, con el regreso a la normalidad y el fin de las restricciones por el covid en el ámbito de las reuniones sociales y las actividades en la vía pública, «hemos convocado esta comisión para concluir cuanto antes el trabajo de revisión de la ordenanza de convivencia ciudadana, para clarificar la regulación específica de los casals y garantizar una relación tranquila entre colectivos festivos y vecinos».
De hecho, en declaraciones a Mediterráneo, Gómez señala que de la cita en la que participarán representantes de todos los grupos políticos del consistorio, así como de la Junta de Festes, la Comissió de Penyes y las entidades vecinales, se pretende que «se concrete ya definitivamente el articulado relativo a los casals». Con todo, la edila reconoce la imposibilidad de que la norma esté vigente para los próximos festejos de Sant Pasqual, en mayo; y considera «muy improbable» que esté para los de la Mare de Déu de Gràcia, en septiembre, debido al largo proceso burocrático que tiene que seguir.
HABITABILIDAD Con toda probabilidad, una de las medidas que se incluirán en el documento que se prepara está relacionada con las condiciones de habitabilidad de las casas o bajos en los que se instalan colectivos festeros. Y es que, hasta ahora, eran los técnicos municipales quienes tenían que dar el visto bueno al local. Sin embargo, todo indica que a partir de la entrada en vigor de la renovada ordenanza serán los propietarios de la vivienda o los peñistas quienes tengan que presentar un informe favorable elaborado por un ingeniero autorizado.
La concejala de Seguridad Ciudadana de Vila-real, Silvia Gómez, recuerda que la finalidad de la comisión de la que deben surgir una norma para los casals «es facilitar el consenso político y social en torno a la regulación de estos locales de peñas, con miras a reducir las molestias que, en algunas ocasiones, pueden provocarse al vecindario en cuanto a ruidos y salubridad».
La comisión también prevé tener sobre la mesa en la reunión de la próxima semana el asunto del horario de cierre de los casals, que es el que más debate puede generar.
En cualquier caso, Gómez incide en que, a falta de contar con la nueva norma, «en el marco de esta comisión ya se adoptaron algunas medidas, como el refuerzo de la limpieza en las zonas con una elevada concentración de peñas o un seguimiento especial por parte de la Policía Local de aquellos grupos que presentan mayor conflictividad y generan más problemas».
CONSENSO DE LA CIUDADANÍA