A algunos les pierde la boca y a otros, como a Will Smith, sus acciones
Cancelados. Repudiados. Orillados. Castigados al rincón de pensar. Las masas, adictas a las redes sociales, ya no perdonan ni una (conducta inadmisible o impopular) y llaman a boicotear y retirar el apoyo moral, laboral, digital y social a todo el que tenga un resbalón. Y los famosos, tan expuestos al escrutinio público, tienen las de perder. La cultura de la cancelación ya no se conforma con hacerle pasar un mal rato a la
díscola, como demuestran los últimos famosos
WILL SMITH, LA CANCELACIÓN MÁS BESTIA. En la clínica de rehabilitación de lujo donde ha ingresado para tratar de digerir su violento comportamiento en la última gala de los Oscar, con el mandoble que le arreó al cómico Chris Rock por hacer una broma de mal gusto sobre la calvicie de su mujer, ha visto que no basta con dimitir de la Academia de Hollywood, ya que esta lo ha vetado por 10 años de su entrega de premios. Además, Jada Pinket Smith, su esposa, lo ha negado dos veces: tras decir que el protagonista de
tuvo una reacción «exagerada» en la gala, la actriz ha confesado que se casó con él porque estaba embarazada y su madre la obligó. El también ha perdido contratos con Netflix y Sony, y la firma Fitbit ya no lo quiere como embajador.
KANYE WEST, DESTERRADO DEL ESCENARIO. El imprevisible rapero tiene una larga trayectoria en cancelaciones. En 2020 Twitter ya lo vetó por subir un vídeo orinándose en un Grammy (pretendía airear su disputa con Sony y Universal). Y en esta reciente edición de dichos premios, en cuya gala iba a actuar, no lo hizo porque la Academia Nacional de Artes y Ciencias se lo prohibió tras lanzar comentarios hirientes y racistas hacia el presentador de la gala y del Trevor Noah, motivo por el cual Instagram también le cerró la cuenta. Además, ha llamado «mala madre» a su ex, Kim Kardashian, en las redes, donde ha compartido un perturbador videoclip ( en el que
una figura parecida a Pete Davidson, novio de la Por todo ello, su contrato con GAP flojea y él mismo se ha excluido del cartel de Coachella, tras una petición de firmas en Change.org en su contra.
Tras ventilar su vida privada en un mediático juicio hace un par de años en Londres, el actor y su exesposa Amber Heard, que lo acusó ante el juez de insultos y agresiones durante su matrimonio, volvieron el pasado día 11 a los tribunales, aunque esta vez en EEUU, para acusarse mutuamente de difamación. El intérprete demandó a su ex por 50 millones por vilipendiarle en un artículo que esta publicó en 2018 en
diciendo que era «una sobreviviente de abusos domésticos» (también salieron a la luz fotos tremendas de moratones). Depp ya perdió una demanda contra que lo llamó «maltratador de esposas», y comenzaron a borrarle de producciones como y la recién estrenada
J. K. ROWLING CONTRA EL COLECTIVO TRANS. El especial
emitido por HBO en enero y que 20 años después reunió a los protagonistas y artífices de la saga (entre ellos, los actores Daniel Radcliffe, Emma Watsony Rupert Grint, y el director Chris Columbus), tuvo una ausencia destacada. La autora de los libros, J. K. Rowling, solo aparece unos segundos, en un refrito de imágenes de una vieja entrevista, para recordar la dificultad de dar con el protagonista. Tras este tupido velo audiovisual está la polémica que en 2020 pro
El programa diario de entrevistas
de NBC Universal, llegará a su fin en mayo, tras casi 20 años de emisión ininterrumpida. La actriz y presentadora ya avisó en su momento de que el exitoso espacio donde ha hecho buenas migas con todo tipo de estrellas, además de dar visibilidad a la comunidad LGTBIQ, a la que ella pertenece, no iría mucho más allá de la temporada 16. Cierto. Pero también lo es que el escándalo viral en el que se vio envuelta lo aceleró todo. Salió a la luz el ambiente tóxico, el acoso y el racismo que se vivían detrás de cámaras, hechos –incluso un intento de suicidio– ante los que al parecer hizo la vista gorda. Y la audiencia no se lo perdonó.
Con la llegada del covid, muchos famosos empezaron a expresar sus ideas peregrinas sobre el origen del virus, basadas la mayoría en teorías de la conspiración. En España, el máximo exponente fue Miguel Bosé, a quien le dio por decir que la vacuna era un método para insertar chips en las personas. Según así Bill Gates puede mantener controlada a la población mundial con tecnología 5G. Internet se le echó encima, algunos de sus vídeos fueron eliminados y por un tiempo desaparecieron sus cuentas de Instagram, Facebook y Twitter.
No están todos los que son: al cantante colombiano J. Balvin, por ejemplo, le pidieron el año pasado que no volviera a Cali por sus letras «misóginas y racistas» y por «promover la violencia de género», y el actor Armie Hammer no ha tenido más remedio que retirarse de varios proyectos, como el filme
junto a Jennifer Lopez, tras expresar en una cuenta privada de Instagram que entre sus deseos más sórdidos estaba «beber sangre» y «comer corazones palpitantes». Suma y sigue.