Inician obras en el campanar de Burriana por los daños del techo
El obispado se hace cargo del arreglo del agujero en la cubierta
La humedad afecta a la torre y urgía actuar para evitar males mayores
El obispado de SegorbeCastelló ha comenzado las obras para reparar el campanar de Burriana, una actuación que no afectará al exterior, pero que servirá para poner fin a los problemas localizados en la cubierta. El daño es fruto de las filtraciones de agua y la humedad que acabó generando un agujero en el techo. Los trabajos están valorados en unos 50.000 euros y su complejidad radica, solamente, en la dificultad de elevar los materiales necesarios hasta los más de 50 metros de altura que mide el emblema de la ciudad.
Desde los servicios técnicos de la delegación de patrimonio del obispado achacaron el daño a un estado de conservación deficiente de una losa de hormigón armado que data de la reconstrucción de la torre en el año 1945. La pieza ha sufrido el deterioro a consecuencia de la oxidación de las armaduras por la presencia de humedad.
De ahí que la intervención consista en «rehacer la cubierta mediante arcos y pequeñas bóvedas tabicadas de mayor compatibilidad con la naturaleza patrimonial del inmueble», tal y como declaró el arquitecto diocesano y responsable de las obras, Ángel Albert. Las tareas no serán un obstáculo para que el también conocido como Templat, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1969, marque las horas en el reloj como en la sala de campanas.
CONTROVERSIA Desde el obispado apuntaron que «la deficiencia fue detectada hace varios meses», pero lo cierto es que la alcaldesa, Maria Josep Safont, informó de esta problemática durante una rueda de prensa en febrero de 2021 y apremió a que la rehabilitación se produjera de forma urgente. Asimismo, en marzo de este mismo año, el concejal de Cultura, Vicent Granel, pidió el apoyo de los grupos políticos en el pleno para reclamar la titularidad del monumento por los retrasos en ejecutar
las tareas. El caso más reciente en Castellón, en lo que se refiere a recuperar la propiedad de un campanario, fue Benicarló que, tras el litigio con el obispado de Tortosa, consiguió la legítima propiedad de la torre y sentó un precedente legal ante estas controversias.
El campanar es una torre exenta cuyo origen se remonta al siglo XIV y que tenía una función defensiva y civil. En la Guerra Civil fue bombardeado y la ciudadanía sufragó su reconstrucción bajo el liderazgo del párroco Elías Milian y Vicente Piqueres, una efeméride de la que se ha cumplido recientemente el 75 aniversario.