Una feria útil para el agricultor, foro de debate y de innovación
El Racó del Llaurador centrará gran parte de las actividades divulgativas e informativas
Uno de los aspectos más destacados de la 75ª edición de la Fira de Ramaderia i Maquinària Agrícola de Nules es que esta cita profesional y comercial «ha recuperado la utilidad para sector», porque los agricultores «lo tienen difícil para encontrar un foro de debate y poder hablar de cara a cara» y este evento les ofrece esta oportunidad, como puede comprobarse en la programación, tal y como destacó el edil responsable de la organización, César Estañol.
Un buen ejemplo de ello fue la presentación ayer de la Plataforma por un precio justo, una agrupación que integra a diferentes entidades, asociaciones e instituciones que pretende ser un altavoz permanente para una de las principales reivindicaciones del agricultor.
Aunque el sector solo representa el 10% de los expositores de la Fira, con unos 40 participantes, Estañol incidió en que «están todos», las entidades representativas --sindicatos, asociaciones, cooperativas, etc.--, pero también empresas, tanto las tradicionales, como las que apuestan por la innovación para mejorar el trabajo en el campo, como es el caso del tratamiento de precisión con drones o de tratamientos biológicos contra diferentes plagas.
Estos días, el Racó del Llaurador propone participar en una gran diversidad de charlas y presentacio
nes que ayudarán a profundizar en temas de interés para el agricultor en general y el citricultor en particular.
RETROSPECTIVA NECESARIA
Con motivo del 75º aniversario, desde el Ayuntamiento también se ha querido dar relevancia al protagonismo que ha tenido la agricultura en la historia del municipio. Para ello, se ha creado un estand específico, con la participación de la concejalía de Patrimonio que dirige Guillermo Latorre. Además de la cepa original de la clemenules, se expondrán carteles de las ediciones anteriores, ape
ros de labranza, fotografías... Todo un material que viene a sacar pecho del minifundismo «que no es una ruina, como nos quieren hacer ver».
Precisamente se están centrando esfuerzos en lograr que ese modelo más sostenibile, respetuoso con el cultivo y las condiciones de producción «sea rentable», remarcó Estañol. Porque como incidió, «la citricultura sí que se paga bien en el mercado, pero a quien no se le paga es al productor, porque los beneficios no están distribuidos de forma justa».
La fira, de este modo, volverá a ser una gran pancarta reivindicativa.