España derriba el último muro en Berlín para colarse en la final
La selección de Scariolo tumba a la anfitriona Alemania y jugará mañana la final ante Francia
España jugará la final del Eurobasket, la 10ª en toda su historia, un premio que nadie imaginó cuando se inició el torneo para un equipo en transición, privado de los grandes nombres y con muchas ausencias. Es el cuento de hadas del que habló Sergio Scariolo al pasar la primera ronda. Un sueño hecho realidad. La selección superó el último muro en Berlín, el de la anfitriona Alemania, para llevarse un triunfo (91-96) que sirve para engrandecer aún más la historia del baloncesto español. Con la medalla de plata asegurada, España se enfrentará mañana a una Francia que humilló a Polonia (54-95) en busca de su cuarto título de campeón.
La actuación superlativa de Lorenzo Brown (29 puntos y 6 asistencias) se asociará siempre al triunfo de España en la semifinal. Pero, una vez más, el éxito de la selección fue el triunfo del colectivo con apariciones de Willy Hernan
gómez (16 puntos), de su hermano Juancho (13) y de un soberbio Alberto Díaz (10 puntos), cuya labor en defensa resultó impecable.
La selección estaba en las semifinales con siete debutantes en el Eurobasket. Pero apenas se notó esa circunstancia en un bloque que ha crecido de forma vertiginosa. La puesta en escena de la selección fue encomiable, con una concentración y un cuidado del balón excelentes, una notable paciencia en la circulación del balón y una espléndida actitud en defensa. Así consiguió rebajar la intensa puesta en escena de los locales.
La Roja llegó a instalarse en una diferencia cómoda (24-33), pero Dennis Schröder consiguió darle la vuelta a la dinámica del partido (del 32-41 al 46-41). España se fue seis abajo al descanso (52-46).
La Familia firmó un parcial de 0-13 hasta el 57-61, aunque Alemania era un equipo blindado mentalmente que le devolvió el golpe: 71-61. A falta de seis minutos, todo empezaba de nuevo con el empate a 77, en los que España demostró temple e inteligencia para acabar llevándose el pulso.