La mitad de los municipios actúa para bajar la factura energética
Los consistorios apuestan por instalar detectores, zonificar la iluminación y aprovechar la luz del día La transición ecológica crece en los pueblos con más de 20.000 habitantes según datos del Consell
Alas puertas de un otoño marcado por el necesario ahorro energético al que aboca la guerra en Ucrania y la emergencia climática, el 58% de los ayuntamientos valencianos vienen introduciendo en los últimos años diversas medidas en sus edificios municipales para ganar en eficiencia. Rebajar, también, la factura de la luz. El porcentaje alcanza al 62% en la provincia de Alicante y hasta el 60% en la de Valencia, mientras que en la de Castellón son más las localidades que no han desarrollado ninguna actuación al respecto que las que sí lo han hecho (49%).
Entre las intervenciones de las administraciones locales en los últimos años destacan las mejoras en iluminación, tales como el aprovechamiento de la luz natural, la instalación de detectores de presencia o la zonificación de la iluminación (63% de los casos). Por detrás, con un 57%, se sitúa la sustitución de marcos y cristales, la reducción de infiltraciones a través de puertas y ventanas o aislamientos más potentes.
En cuanto a la climatización, se ha apostado por sistemas de alimentación con biomasa en vez de gasoil, así como la regulación de temperaturas o el cambio a calderas de alta eficiencia. Un 39% de los consistorios han ido avanzando en este tipo de modificaciones. Por provincias, Castellón se caracteriza por el mayor impulso a la mejora de la envolvente térmica, mientras que la modernización de los sistemas de climatización tiene mayor tasa de implantación en la de Valencia.
MAYORES RECURSOS El impulso a la transición energética guarda un elevado grado de correlación con el tamaño de la entidad local. La mayor disponibilidad de recursos técnicos y económicos es un factor clave como lo demuestra que la implementación llega al 71% en municipios con más de 20.000 habitantes, baja hasta el 64% en la horquilla entre 5.000 y los 20.000 para situarse en el 53% en aquellos núcleos donde no se superan los 5.000 vecinos.
Los datos proceden de la última encuesta llevada a cabo por la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica sobre apuestas municipales en cuestiones de eficiencia energética. En el trabajo participaron 283 municipios, el 52,1% del total, que representan al 70% de la población (3,5 millones de los más de cinco de la Comunitat Valenciana).
«Ciudades y pueblos juegan un papel clave en la lucha contra el calentamiento global y cuentan con un importante margen de acción a través de sus políticas y prácticas en materia de movilidad urbana, ahorro y eficiencia energética, política fiscal, contratación del suministro y sensibilización ambiental, entre otros», se
gún el documento dado a conocer en su día por la consellera de este departamento, Mireia Mollà.
La ciudad de València es una de las grandes urbes que ha logrado disminuir su consumo energético en los últimos años, lo que se ha traducido en una reducción de 8,5 millones de euros desde 2015, lo que supone casi un 50% de la factura de la energía. La partida
presupuestaria que más se ha atenuado ha sido la del alumbrado, al ahorrar en seis años casi 5 millones de euros, con una bajada de un 55,2 5% del consumo. Circunstancia que ha sido posible con la transformación de más del 80% de las instalaciones de uso público, según la concejalía de Ecología Urbana, Emergencia Climática y Transición Energética.