Nervios a flor de piel en Nervión
A estas alturas del curso pasado, Julen Lopetegui y Monchi eran uña y carne. El Sevilla marchaba como un tiro en LaLiga y todo eran sonrisas en las oficinas del club de Nervión. Exactamente lo contrario que sucede ahora, cuando los malos resultados han generado una guerra recién abierta por el técnico contra el responsable de la planificación deportiva, a raíz del sorprendente empate cosechado el miércoles por los hispalenses en la Champions contra el Copenhague (0-0), en Dinamarca.
Un resultado que se une al 0-4 en el Ramón Sánchez-Pizjuán contra el Manchester City, lo que encarece el pasaporte para la siguiente fase. Además, en LaLiga, pese al 2-3 contra el Espanyol en Cornellà, solo suma cuatro puntos, goleado también en casa por el Barcelona; y derrotado en Pamplona y Almería.
La relación entre Monchi y Lopetegui, que podría jugarse el puesto, pasa por sus horas más bajas
«Venimos de dónde venimos y no voy a repetir por qué. Hemos perdido a jugadores importantes y han llegado otros muchos nuevos que no se encuentran en su mejor estado de forma, pero poco a poco iremos adquiriendo nuestra velocidad de crucero», manifestó el entrenador guipuzcoano el pasado miércoles.
Además, Lopetegui fue cazado por las cámaras manteniendo una pequeña charla con Monchi tras el traspié europeo. No se sabe de qué hablaron, pero lo que está claro es que su relación vive su peor momento: una derrota del equipo esta tarde en el Ciutat de València contra el Villarreal podría significar la destitución fulminante del de Asteasu.
La afición ha empezado a girarse al palco del Pizjuán y Lopetegui apunta a ser el damnificado para salvar los muebles. Cuatro puntos sumandos de 15 posibles en LaLiga y uno de seis en la Champions tienen la culpa. Los nervios están a flor de piel en Nervión, donde todo a punto de estallar en un club que, en la última década, había encontrado estabilidad... y títulos.
Tampoco Monchi se libra de estar en el ojo del huracán. Hablando de ojo, el ideólogo del Sevilla campeón de las temporadas más recientes ha perdido el tino para encontrar esas gangas en el mercado que luego revendía a precios astronómicos.