A la altura de un gran país
Ese ha sido el lema que este fin de semana ha presidido en Toledo la reunión interparlamentaria del Partido Popular. Han participado en ella parlamentarios de todos los niveles además de los cargos orgánicos con el objetivo claro de escribir la hoja de ruta que Alberto Núñez Feijóo propone para los próximos años en nuestro país.
Allí se ha hablado mucho de los problemas de los españoles. Se ha hablado de economía, claro. La base sin la cual lo demás no funciona. Pero también de derechos individuales, de derechos sociales, de identidad nacional y de sentimiento autonomista, de medio ambiente, de agua, de energía, de libertad… En fin de todo lo que nos preocupa de verdad a los españoles.
Y, créanme, se ha hablado relativamente poco de los adversarios políticos. Por supuesto, lo suficiente para hacer un diagnóstico de la situación actual, que lamentablemente es la que es: un país dividido por un Gobierno que busca continuamente la política de bandos. Que se encuentra cómodo enfrentando lo rural contra lo urbano, las mujeres contra los hombres, la economía frente al medio ambiente, y un sinfín de enfrentamientos más que han derivado en un hartazgo de los españoles que ya señalan todas las encuestas salvo las reali