Carlos III acumula numerosas manías
El rey ordena planchar los cordones de sus zapatos
Que el flamante rey Carlos III es, tanto como miembro de la realeza británica como por su propia personalidad, un hombre de gustos que van de lo refinado a lo peculiar, es de sobras conocido. Así lo han revelado a lo largo de estos años diferentes personalidades que tuvieron un contacto estrecho con el monarca.
En el documental Serving the Royals: Inside the Firm de Amazon Prime, el que fuera mayordomo de la reina Isabel II y de la princesa Diana, Paul Burrel, detalló varias de estas exigencias y manías que el soberano había ido acumulando a lo largo de todos estos años de vida monárquica y que debían atender sus empleados.
Entre ellas está que su pijama y los cordones de sus zapatos deben plancharse todos los días y que deben rellenar con una pulgada exacta (2,54 cm) de pasta de dientes su cepillo. Otra exigencia es que la temperatura del agua de su bañera siempre debe estar tibia y el tapón de la bañera en una determinada posición. Y Carlos III siempre tiene, como mínimo, a dos acompañantes de cámara que le ayudan a cambiarse de ropa hasta cinco veces al día.
Pero no son solo manías hogareñas las que muestra Carlos III, también en sus múltiples viajes quiere tener bajo control una serie de peticiones que sus empleados deben cumplir a rajatabla. Nada se deja a la improvisación.
Cuando está de viaje debe
PAPEL HIGIÉNICO DE TERCIOPELO
acompañarle una caja de desayuno con seis tipos diferentes de mieles, muesli y fruta seca, tal y como explicó Graham Newbould, antiguo chef de la familia real.
Asimismo, el personal debe preparar allá donde se aloje todo el mobiliario, como su propia cama y hasta el inodoro con su papel higiénico de terciopelo, y una decoración especial de cuadros y fotos, según se explica en el libro de Tina Brown The Palace Papers.
Otra de sus costumbres es ofrecer galletas al resto de comensales, pero estas deben estar a una temperatura concreta y, por ello, el séquito lleva consigo los enseres necesarios para calentarlas. Además, su pasión y obsesión por la botánica y la jardinería le ha llevado a alterar su agenda oficial para atender sus jardines.