Ximo Puig rechaza recentralizar la fiscalidad y aboga por reformarla
El president defiende que deben pagar más las personas que más tienen El jefe del Consell cree conveniente poder armonizar determinados tributos
El president de la Generalitat, Ximo Puig, reivindicó ayer que no hay que «recentralizar» la fiscalidad, aunque en algunos ámbitos se puede «armonizar», y consideró que los impuestos no pueden ser «permanentemente un mercadeo», porque eso «no va a ningún sitio». Puig se pronunció de esta forma preguntado por los medios de comunicación sobre las últimas propuestas de bajadas de impuestos y sobre la del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, de una mayor centralización fiscal del Estado para evitar el «despropósito» de la competencia tributaria entre autonomías.
El jefe del Ejecutivo valenciano afirmó que de lo que es partidario es de que se aborde una reforma fiscal «en profundidad» para garantizar lo que dice la Constitución, que paguen más las personas que tienen más capacidad y que la fiscalidad sea «realmente progresiva», argumentó.
En su opinión, hay «muchos agujeros» en este momento, desde el impuesto de sociedades al de patrimonio, y consideró que existen tributos que se pueden «revisar, por supuesto, pero con esa visión ideológica, que es la de la Constitución». Puig manifestó que en Europa se está hablando de «una cierta armonización fis
cal» en algunos ámbitos y también en el G20 se habló de poner «algún suelo en algún impuesto», por lo que ese debate está presente, pero alertó de que no se puede «huir permanentemente de los grandes debates, que al final acaban generando inestabilidad».
FINANCIACIÓN AUTONÓMICA Así, reivindicó que la financiación autonómica es «básica», y destacó que cuando se habla de las distintas fiscalidades de las comunidades autónomas es porque se parte
de situaciones «bien diferentes», por lo que hay que aplicar «fórmulas que generen mayor equidad».
Así, insistió en que no se trata de «recentralizar» impuestos, sino de «armonizar», porque hay algunos que tienen una «derivada local importante» y ahí sí que puede haber «corresponsabilidad fiscal», mientras que otros tienen otras circunstancias que facilitan la deslocalización y no está claro que pueda ser realmente eficaz.
«Pido una reflexión serena, la fiscalidad es civilidad, la fiscali
dad no puede ser permanentemente un mercadeo, esto no va a ningún sitio», manifestó el president , quien admitió que en el momento actual habrá que tomar decisiones a corto plazo.
«Pero no nos podemos olvidar otra vez de la reforma fiscal, de la reforma del sistema de financiación, que es fundamental para este país, para garantizar la igualdad de oportunidad y para garantizar los derechos constitucionales», insistió al respecto el presidente valenciano.