El Periódico Mediterráneo

EEUU vuelve a subir 0,75 puntos el precio del dinero y prevé más alzas

La Reserva Federal rebaja el crecimient­o previsto para 2022 y 2023 del 1,7% al 0,2% y el 1,2% El banco central del dólar ha encarecido el interés en tres puntos este año, su nivel más alto desde 2008

- P. ALLENDESAL­AZAR A. SALA MADRID BARCELONA

La lucha contra la inflación no da tregua. Pese a la rápida desacelera­ción de la economía estadounid­ense, la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos ha decidido subir los tipos de interés por tercera vez consecutiv­a en 0,75 puntos porcentual­es, hasta un rango del 33,25%, su nivel más alto desde 2008. No ha optado por el alza más agresiva de un punto que esperaban algunos analistas. Pero pese a haber encarecido el dinero en tres puntos en lo que va de año, el banco central del dólar ha dejado claro que está lejos de haber alcanzado el techo de las subidas.

Su presidente, Jerome Powell, ya lo advirtió en su esperado discurso en la reunión en banqueros centrales en Jackson Hole (Wyoming) de finales de agosto. Entonces admitió que ello provocaría «algo de dolor» a hogares y empresas, un mensaje que ha repetido. «Las tasas de interés más altas, el crecimient­o más lento y un mercado laboral debilitado son dolorosos para el público al que servimos, pero no son tan dolorosos como no restaurar la estabilida­d de precios», argumentó.

La Reserva Federal ha reducido considerab­lemente a la baja sus previsione­s de PIB para la primera economía del mundo al 0,2% este año, 1,2% el próximo y 1,7% en 2024 (frente al 1,7%, 1,7% y 1,9% que pronosticó en junio). Estados Unidos, de hecho, ya ha acumulado dos trimestres de caída (0,4% intertrime­stral en el primero y 0,2% en el segundo). «Un aterrizaje suave es un gran reto. Nadie sabe si habrá recesión ni cómo de profunda sería», admitió Powell.

SIN TREGUA Detrás de todo ello está un nivel de precios que no da tregua. Junio fue un mes fatídico, con la inflación más alta en el país en los últimos 40 años: el 9,1%. En julio dio una sorpresa positiva al moderarse hasta el 8,5%. Pero en agosto volvió a decepciona­r al bajar al 8,3% y quedar dos décimas por encima de las previsione­s. Y lo que es más grave, el IPC subyacente –que mide los precios sin alimentos y energía– subió al 6,3%, cuatro décimas por encima que en julio, prueba de que las presiones inflacioni­stas se están extendiend­o a toda la economía.

La Reserva Federal ha elevado sus previsione­s de IPC al 5,4% este año, 2,8% el próximo y 2,3% en 2024. No será hasta 2025 en que vuelva a su objetivo del 2% a medio plazo. La subyacente, además, seguirá estando por encima de ese nivel al final de su horizonte de previsione­s: en el 2,1% en 2025, lo que presiona al banco central a seguir encarecien­do el dinero. Los analistas, así, estiman que los tipos cerrarán el año en el 4,4%, para subir al 4,6% el próximo, y bajar al 3,9% en 2024 y 2,9% en 2025.

COYUNTURA Powell recordó que estas previsione­s que facilita la FED no implican que sea lo que realmente va a pasar. La Reserva Federal, aseguró, no sabe aún hasta dónde subirá los tipos porque dependerá de la coyuntura y «en algún momento» será «apropiado» reducir el ritmo de subidas. Pero el mercado y la sociedad deben estar preparados, advirtió, para una política monetaria «restrictiv­a» durante cierto tiempo. «La historia advierte fuertement­e contra la relajación prematura», defendió en sus argumentos.

En esta línea, aseguró que la Reserva Federal no frenará ni parará las subidas de tipos hasta que vea que la tendencia de crecimient­o del PIB está por debajo de su potencial (1,8% a largo plazo), que el mercado laboral se reequilibr­a y deja de presionar al alza los salarios, y que la tendencia del IPC se mueve de forma consistent­e hacia su objetivo del 2%.

«La inflación sigue siendo elevada, lo que refleja los desequilib­rios de la oferta y la demanda relacionad­os con la pandemia, el aumento de los precios de los alimentos y la energía, y presiones de precios más amplias. La guerra de Rusia contra Ucrania está causando tremendas dificultad­es humanas y económicas. La guerra y los eventos relacionad­os están creando una presión alcista adicional sobre la inflación y están pesando sobre la actividad económica mundial», apuntó la institució­n.

MARGEN LABORAL El autoridad monetaria estadounid­ense, en cualquier caso, tiene más margen para endurecer su política que otras como el Banco Central Europeo por la fortaleza de su mercado laboral. Al contrario que el BCE, su mandato no se limita a garantizar la estabilida­d de precios, sino que incluye también lograr el máximo empleo posible. Los ocupados, destacó Powell, han crecido en una media de 378.000 personas al mes en los últimos tres meses.

La tasa de paro del país está en mínimos históricos de los últimos 50 años (3,7% en agosto, dos décimas más que en julio) y, como destacó el banquero central, las ofertas de empleo están «significat­ivamente» por encima del número de demandante­s de puestos de trabajo. El mercado laboral, con todo, también sufrirá el efecto que comporta la subida de precios dentro de la economía.

La Reserva Federal estima ahora que el desempleo crezca al 4,4% este año y al 4,6% el siguiente, para bajar al 3,9% en 2024 y al 2,9% en 2025 (frente al 3,4%, 3,8% y 3,4% de junio).

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JIM LO SCALZO / EFE El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ayer en Washington.

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