Vecinos de Lledó ponen alarmas y se plantean vender por los okupas
Los legítimos propietarios hablan de «inseguridad» y temen la devaluación de una zona cara de la ciudad Los residentes critican la pasividad de los bancos dueños de chalets invadidos y piden más vigilancia
Toda precaución es poca en el PAU Lledó de Castelló, donde numerosos vecinos han decidido instalar alarmas en sus chalets ante el fenómeno okupa que afecta también a una de las zonas más caras de la ciudad, como publicó ayer Mediterráneo. Hay quien se plantea, además, vender su propiedad en el barrio ante la «creciente inseguridad» que denuncian por miedo a la devaluación de un área tradicionalmente considerada de alto poder adquisitivo.
Y es que desde que una red okupa se instaló en Lledó y comenzó a peinar de madrugada las calles en busca de nuevos objetivos inmobiliarios, la preocupación de los legítimos propietarios ha ido in crescendo. Gracias a la colaboración de algunos de ellos han logrado frustrar diversas entradas en las viviendas en zonas como la calle Calderón de la Barca y también un ático de la avenida Barcelona, pero diversos inmuebles del barrio están tomados ilegalmente en calles como Manuel Rozalén o Francesc Vidal Barraquer.
Ante la situación que sufren, los vecinos piden más vigilancia policial para atajar la problemática. «Este siempre ha sido un buen barrio, los precios de las casas no son, precisamente, bajos y este tipo de situaciones nos tienen muy preocupados. Mi marido y yo teníamos alarma de origen y ha sido ahora cuando hemos decidido activarla», explica una de las vecinas del PAU Lledó, quien tiene constancia de que algunos propietarios están pensando seriamente en vender su chalet y marcharse a otras zonas de Castelló.
Como adelantó ayer este diario, la organización de okupas está integrada por varios jóvenes de entorno a 20 años --algunos de ellos con antecedentes-- y el cabecilla de la misma cuenta con unos 30 años y reside ilegalmente en un chalet de la calle Manuel Rozalén.
LOS BANCOS SE DESENTIENDEN La banda ha invadido varias viviendas propiedad de entidades bancarias y, pese a los avisos reiterados de las comunidades de vecinos a los bancos (tanto por llamadas telefónicas, como burofax, según sostienen), las financieras no han tomado cartas en el asunto. «Les
hemos enviado cartas explicándoles cuál es la situación y hemos solicitado que nos enviaran una copia de las denuncias que, en teoría, deberían haber interpuesto. Sin embargo, no se han hecho cargo. De no ser por los vecinos, los okupas se hubieran instalado ya en un buen número de casas más», aseveran los afectados.
Se da la circunstancia de que en el PAU Lledó hay un buen número de viviendas de lujo --con diversas prestaciones y características de alto standing-- construidas durante el boom inmobiliario y que quedaron sin vender cuando estalló la burbuja inmobiliaria.
VIVIENDAS DE CASI UN MILLÓN Como se refleja en el conocido portal inmobiliario Idealista, en el último barrio de la capital afectado por el fenómeno de la okupación hay viviendas en venta desde 338.000 euros hasta 995.000.
En el caso del chalet más caro a la venta, se trata de una casa de 384 metros cuadrados --con una parcela de casi 800--, cuatro habitaciones, ascensor en todas las plantas y piscina con jacuzzi, además de otras comodidades.