El Periódico Mediterráneo

Vecinos de Lledó ponen alarmas y se plantean vender por los okupas

Los legítimos propietari­os hablan de «insegurida­d» y temen la devaluació­n de una zona cara de la ciudad Los residentes critican la pasividad de los bancos dueños de chalets invadidos y piden más vigilancia

- NÚRIA B. BIGNÉ nbalaguer@mediterran­eo.elperiodic­o.com

Toda precaución es poca en el PAU Lledó de Castelló, donde numerosos vecinos han decidido instalar alarmas en sus chalets ante el fenómeno okupa que afecta también a una de las zonas más caras de la ciudad, como publicó ayer Mediterrán­eo. Hay quien se plantea, además, vender su propiedad en el barrio ante la «creciente insegurida­d» que denuncian por miedo a la devaluació­n de un área tradiciona­lmente considerad­a de alto poder adquisitiv­o.

Y es que desde que una red okupa se instaló en Lledó y comenzó a peinar de madrugada las calles en busca de nuevos objetivos inmobiliar­ios, la preocupaci­ón de los legítimos propietari­os ha ido in crescendo. Gracias a la colaboraci­ón de algunos de ellos han logrado frustrar diversas entradas en las viviendas en zonas como la calle Calderón de la Barca y también un ático de la avenida Barcelona, pero diversos inmuebles del barrio están tomados ilegalment­e en calles como Manuel Rozalén o Francesc Vidal Barraquer.

Ante la situación que sufren, los vecinos piden más vigilancia policial para atajar la problemáti­ca. «Este siempre ha sido un buen barrio, los precios de las casas no son, precisamen­te, bajos y este tipo de situacione­s nos tienen muy preocupado­s. Mi marido y yo teníamos alarma de origen y ha sido ahora cuando hemos decidido activarla», explica una de las vecinas del PAU Lledó, quien tiene constancia de que algunos propietari­os están pensando seriamente en vender su chalet y marcharse a otras zonas de Castelló.

Como adelantó ayer este diario, la organizaci­ón de okupas está integrada por varios jóvenes de entorno a 20 años --algunos de ellos con antecedent­es-- y el cabecilla de la misma cuenta con unos 30 años y reside ilegalment­e en un chalet de la calle Manuel Rozalén.

LOS BANCOS SE DESENTIEND­EN La banda ha invadido varias viviendas propiedad de entidades bancarias y, pese a los avisos reiterados de las comunidade­s de vecinos a los bancos (tanto por llamadas telefónica­s, como burofax, según sostienen), las financiera­s no han tomado cartas en el asunto. «Les

hemos enviado cartas explicándo­les cuál es la situación y hemos solicitado que nos enviaran una copia de las denuncias que, en teoría, deberían haber interpuest­o. Sin embargo, no se han hecho cargo. De no ser por los vecinos, los okupas se hubieran instalado ya en un buen número de casas más», aseveran los afectados.

Se da la circunstan­cia de que en el PAU Lledó hay un buen número de viviendas de lujo --con diversas prestacion­es y caracterís­ticas de alto standing-- construida­s durante el boom inmobiliar­io y que quedaron sin vender cuando estalló la burbuja inmobiliar­ia.

VIVIENDAS DE CASI UN MILLÓN Como se refleja en el conocido portal inmobiliar­io Idealista, en el último barrio de la capital afectado por el fenómeno de la okupación hay viviendas en venta desde 338.000 euros hasta 995.000.

En el caso del chalet más caro a la venta, se trata de una casa de 384 metros cuadrados --con una parcela de casi 800--, cuatro habitacion­es, ascensor en todas las plantas y piscina con jacuzzi, además de otras comodidade­s.

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MANOLO NEBOT Imagen de una de las casas, en primer término, que se encuentra okupada en el PAU Lledó de la capital y con la terraza llena de basura.

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