La CEV critica la escasez de ayudas para la industria
Reclaman un plan de medidas «más ambicioso» del Gobierno central
La cerámica italiana tendrá créditos para pagar el 40% de las facturas energéticas
El Gobierno de España ha destinado en los últimos meses 850 millones de euros para ayudar a la industria ante el escenario de crisis energética. Un dinero que desde la patronal CEV Castellón valoran como «una cantidad importante, pero que, sin embargo, queda muy lejos de las medidas anunciadas por otros estados miembros como Alemania, que va por su tercer paquete de ayudas por valor de más de 65.000 millones; Francia, con más de 23.000 millones, de los que 3.000 se destinan exclusivamente a empresas intensivas en energía; o Italia, que prevé destinar hasta 52.000 millones este año y ya ha puesto sobre la mesa 5.500 millones para paliar el incremento de las facturas energéticas», detalla en la comparativa.
Por esta razón la junta directiva de CEV Castellón, reunida ayer, alerta de la necesidad urgente de que el Gobierno de España «active ayudas directas a las industrias al mismo nivel que lo hacen otros países miembros de la UE».
El presidente de la patronal provincial, Luis Martí, considera «vital activar un paquete más ambicioso y contundente de ayudas directas a las industrias, que permita no solo preservar la competitividad en los mercados, sino contribuir al mantenimiento de estas empresas, que sin duda están siendo las más perjudicadas en este contexto de crisis», indica.
AMBICIÓN El presidente de los fabricantes de azulejos (Ascer), Vicente Nomdedeu, que también es
vicepresidente de CEV, alerta de que «de no aumentar la ambición del Gobierno de España en la concesión de ayudas directas, las empresas españolas se encontrarán en una situación de desventaja y pueden producirse distorsiones en los mercados, lo que conducirá a una inexorable pérdida del tejido productivo y a la destrucción de miles de puestos de trabajo».
Pone a Italia como ejemplo, pues su sector cerámico tendrá un crédito fiscal del Gobierno de hasta el 40% de las facturas de electricidad y gas en función de la evolución que tengan los precios.