2.000 opositores en el preludio de las pruebas masivas de Sanitat
Odontólogos y cirujanos compiten por 154 plazas en la segunda cita de la OPE pendiente desde 2017 Los platos fuertes llegarán el próximo mes de octubre con las oposiciones de enfermería
Casi 2.000 personas se examinaron en la jornada de ayer para poder conseguir una plaza de odontólogo o cirujano en la sanidad pública. El aulario sur del campus de Tarongers de la Universitat de València fue el escenario donde se celebró la segunda de las pruebas del calendario de oposiciones sanitarias pertenecientes a las convocatorias acumuladas de los años 2017, 2018 y 2019.
En total, según la Conselleria de Sanitat, se ofertaban 154 plazas vacantes, un número irrisorio viendo lo que queda por delante. Y es que octubre y noviembre serán los meses estrella de estas oposiciones atrasadas. Será entonces cuando llegará el turno de las convocatorias para técnicos de cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) y enfermeros.
En la primera de ellas se pondrán en liza 2.737 vacantes y en la segunda, 3.817. En total, más de 6.500 plazas que con total probabilidad obligarán a realizar exámenes en las tres provincias.
Como es habitual, el ambiente a las puertas del aulario antes de las pruebas era de nerviosismo entre los aspirantes. Había abrazos, cigarros para combatir la intriga y repasos de última hora. Se celebraron dos exámenes. El primero tuvo lugar a las 9 de la mañana y ponía en juego 53 plazas públicas: 29 de odontólogos, 20 de técnicos de mantenimiento y cuatro en turno libre para médicos de unidad de corta estancia.
En la segunda ronda, celebrada a las 12 del mediodía, se ofertaban 101 puestos: 74 para especialistas en cirugía general y aparato digestivo, 18 de técnico especialista en radioterapia y nueve de técnicos de informática.
Paloma y Ramón optan a dos de las 18 plazas que se ofertan en la especialidad de radioterapia. Aseguraban tener el «gusanillo» clásico de estas ocasiones pero también la «confianza» de haber «currado mucho». Según explicaron, hace cuatro años que Sanitat no sacaba a concurso alguna plaza de esta especialidad.
Minutos antes de las 12, ya con los aspirantes dentro de las aulas, en el exterior del campus perma
NERVIOS Y BEBÉS EN TARONGERS
necían decenas de acompañantes de los opositores a las distintas plazas. Varios hombres paseaban a sus hijos en carrito mientras sus parejas se examinaban. Uno de ellos aguarda los 110 minutos de la prueba que está haciendo su mujer, cirujana digestiva, aunque
sin mucha esperanza. «Viene porque si no le penalizan, pero dice que no aprobará porque con el niño no ha podido estudiar demasiado», confiesa su marido, que asegura que hacía 10 años desde la última convocatoria que hubo para esta especialidad.