El azulejo alivia su incertidumbre con un éxito de público en Bolonia
La afluencia vivida en los pabellones desde el primer momento demuestra la alta demanda internacional El grupo Pamesa promueve precios estables para sus productos y pone el fin a la tasa energética
La principal cita internacional del sector azulejero, la feria Cersaie de Bolonia, regresó con unas magnitudes semejantes a las del periodo anterior a la pandemia. Si la edición del 2021 estuvo marcada por los efectos todavía patentes del covid, con una elevada ausencia de visitantes internacionales y fuertes controles sanitarios, la del 2022 supone una vuelta a la plena normalidad. Desde las primeras hora se vieron muy pocas mascarillas y unos pasillos con un ambiente muy parecido al año 2019.
Tradicionalmente, las primeras horas del lunes en Cersaie suelen ser tranquilas, algo que no ocurrió en esta cita de reencuentros. Empresarios de Castellón apuntaron estas impresiones iniciales. José Miguel Pellicer, de Ape Grupo, mencionó que en esta ocasión «se ha visto a más gente de lo esperado. Es como si estuviéramos en los mejores tiempos». Entre los asistentes, destacaban los asiáticos, o los procedentes del continente americano, que en el pasado año estuvieron casi ausentes. «La feria del 2021 fue de ámbito europeo, mientras que esta recupera su condición de escaparate internacional», señaló otra de las fuentes consultadas.
De esta manera se genera una cierta sensación de alivio a la incertidumbre que atraviesa el sector azulejero en toda Europa, como consecuencia de los elevados costes energéticos y el temor a un empeoramiento de la situación económica. Por el momento, los niveles de demanda están elevados, y mercados como el norteamericano se mantienen muy fuertes. Manuel Ángel Murillo, desde Colorker, expresa estas dos ideas. «La afluencia es muy buena y el comienzo es prometedor, pero el panorama no es fácil para las empresas», comentó, ya que es imposible poder trasladar a los clientes el aumento de los costes del gas natural o las materias primas, y esto tiene consecuencias en los resultados de las empresas. «Esperamos que la coyuntura cambie», añadió, con el fin de que la de
manda internacional (el 75% de la producción se destina a la exportación) no decaiga en favor de países competidores.
Claudia Hernández, desde Grespania, incidió en la «enorme incertidumbre en la que nos encontramos. Existe mucho público en la feria, pero hay que ver si se traduce en contratos, y partimos del año 2021, que Cersaie se celebró a medio gas». Por ello recordó que todas las administraciones, incluida la europea, «tienen que ser receptivas, porque en Italia el 50% de la capacidad de producción está parada y en España vamos con números similares». Para ello, urgen a las autoridades que acudan estos días a ser conscientes de la necesidad de poner control al precio del gas en un sector que tanto depende de él como la cerámica.
MOVIMIENTO DE PAMESA Por otro lado, el comienzo de una feria puede ser el motivo para lanzar
nuevas propuestas a sus clientes. Es el caso del grupo Pamesa, que anunció a los visitantes que acudieron a los expositores de sus marcas que suprime la tasa energética aplicada en los últimos meses. «Hemos hecho un gran esfuerzo para establecer una tarifa y dar estabilidad a nuestros clientes», comentaron fuentes de la empresa, quienes añadieron que la repercusión fue muy positiva a nivel de ventas.
La tasa energética se puso en marcha hace unos meses ante la volatilidad del precio del gas, de modo que el coste final de sus productos variaba cada mes en función de la cotización del mercado del gas. Esto había provocado que en determinadas ocasiones había clientes que demoraban las decisiones de compra, a la espera de ver si la tasa iba a la baja. Con la vuelta a los precios estables, que también aplica Ape Grupo, se quieren garantizar ventas en el cierre de este año.