El Consell da el ‘ok’ a 14 plantas solares y tramita otras 105 nuevas
Pese al atasco, el ‘boom’ continúa y los proyectos casi se duplican
Economía ha desestimando 59 plantas, cuatro de ellas en Castellón
El futuro solo es renovable. La expresión resume el sentir del president de la Generalitat, Ximo Puig, quien en los últimos meses ha reiterado el compromiso del ejecutivo valenciano en conseguir más pronto que tarde la autosuficiencia energética. Para lograrlo, el pasado mes de abril el pleno del Consell daba luz verde a un decreto para paliar los efectos de la invasión de Ucrania, que incluía un paquete de medidas encaminadas a acelerar la instalación de plantas solares y parques eólicos por todo el territorio de la Comunitat. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Y la realidad en Castellón es más bien pobre: en tres años la Conselleria de Economía Sostenible solo ha autorizado 14 parques de energía fotovoltaica, mientras que los proyectos pendientes de tramitación alcanzan en estos momentos los 105.
Los últimos datos que maneja el departamento que dirige Rafael Climent son incontestables. Si a mediados del 2021, y tras la entrada en vigor del Decreto Ley 14/2020 cuyo objetivo era acelerar la implantación de las renovables eliminado trabas administrativas, en la provincia se contabilizaban 64 proyectos de plantas solares hoy ya son casi el doble. Eso sí, desde Economía Sostenible insisten que eso no significa que las 105 plantas fotovoltaicas que se encuentran en trámite van a salir adelante. «Unos proyectos están pendientes de ser admitidos, otros se encuentran a la espera de informes de otras consellerias o de uno o varios ayuntamientos, mientras que a otros, por ejemplo, les falta el estudio de impacto ambiental», aclaran.
Si en Castellón son más de un centenar los proyectos de energía fotovoltaica en tramitación, en el conjunto de la Comunitat la cifra asciende a 358 (un total de 177 en Alicante y 170 en Valencia), y entre todos suman una potencia instalada de 6.155 megavatios (MW). Además, y desde finales del 2019, la Generalitat ha tumbado 59 plantas solares, cuatro de ellas en Castellón y ha autorizado 30, casi la mitad en la provincia.
La implantación de las renovables va mucho más lenta de lo deseado y el propio Puig ha hecho autocrítica en varias ocasiones. La última fue hace apenas 15 días, cuando reconoció que «dar el salto a las energías limpias exige una agilidad administrativa que aún se debe mejorar», recalcó.
Pero el tiempo apremia y los promotores advierten que el bloqueo pone en riesgo decenas de proyectos (unos 60 en Castellón), ya que en enero los parques que no cuenten con la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y el permiso para comenzar las obras perderán los puntos de conexión concedidos por Red Eléctrica y no podrán seguir adelante.