Las residencias urgen erradicar las restricciones covid tras la cuarta dosis
Sanitat empieza a inocular la vacuna para proteger a los mayores de ómicron
Reclaman eliminar los requisitos de las visitas y la reserva de plazas para aislamientos
Ya ha arrancado la vacunación de la cuarta dosis contra el coronavirus en las cerca de 40 residencias de mayores de la provincia de Castellón. El objetivo es administrar cuanto antes la nueva vacuna bivalente, que genera también protección frente a las subvariantes de ómicron, al colectivo más vulnerable ahora que el otoño ya está aquí y se desconoce el comportamiento que tendrá este virus en los próximos meses. Asimismo se está inmunizando a los trabajadores sociosanitarios para evitar que el covid entre estos espacios.
A diferencia de otras comunidades autónomas, en la valenciana no se ha administrado a la vez el suero contra la gripe y el del covid, ya que no será hasta dentro de unas semanas cuando arrancará la vacunación contra este virus estacional en la provincia.
Más adelante recibirán el pinchazo de recuerdo otros grupos de población, como el personal sanitario y los mayores de 80 años, tras los cuales irá el colectivo de más de 60 años. A estos, a priori, sí se les administrará la vacuna contra la gripe en la misma citación.
Por tanto, una vez, se ha empezado a inocular la cuarta dosis en los geriátricos, la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (Aerte) ha
reclamado a las consellerias de Políticas Inclusivas y Sanitat que deroguen la normativa covid todavía establecida en estos centros.
«A pesar de la eliminación de las restricciones en el conjunto de la sociedad, las residencias y centros de día siguen con una norma específica que impide avanzar hacia la normalidad total en la vida de las personas que viven en estos centros», denuncia la patronal.
A su juicio se trata de la exigencia de rellenar cuestionarios previos, los requisitos de las visitas y
la reserva de habitaciones para posibles aislamientos, «que afecta sobre todo a las residencias de menos de 40 plazas». Este último requisito provoca que haya puestos libres que no se pueden ocupar a pesar de la elevada demanda.
Aerte también plantea la necesidad de eliminar cuanto antes la organización del centro por unidades de convivencia.
Según la patronal, los datos apuntan a una mejoría «muy importante» de la situación porque, por ejemplo, solo el 2,15% de los
fallecidos en residencias durante la última semana en España tenían diagnóstico positivo de coronavirus. «Estamos en el número de casos en residentes más bajo de las últimas 40 semanas y la incidencia en los mismos, cuando hay casos, suele ser leve», señala el presidente de la entidad, José María Toro. «Es hora de eliminar las restricciones de manera definitiva. Si se ha podido hacer en los centros de discapacidad y salud mental, también debería hacerse en los de mayores», subraya.