Moncloa prepara una estrategia contra las campañas de bulos
El proceso de recogida de datos de varios expertos ha culminado
Un sistema de alerta temprana contra las campañas de bulos, un incremento de los verificadores de noticias falsas en el periodismo, la redacción de un estatuto legal del usuario de la información en España, establecer una «alfabetización mediática» en los centros educativos son algunas de las medidas más destacadas que ha recibido Moncloa como propuestas civiles para atajar los ataques en forma de riadas de noticias falsas contra la democracia y el orden público.
El Departamento de Seguridad Nacional (DSN), órgano asesor de la Presidencia del Gobierno, ha culminado un proceso de consulta y recogida de datos y perspectivas de expertos para elaborar lo que provisionalmente denominan en Moncloa una Estrategia Nacional de Lucha contra las Campañas de Desinformación.
Y entre las principales conclusiones de estos trabajos previos figura el impulso de medidas que refuercen la llamada «resiliencia electoral». Una de las recomendadas es el fin de la prohibición de publicar encuestas en los cinco días previos a la votación. No en vano, esta tormenta de ideas acaba en el inicio de un periodo especialmente cargado de elecciones, que mantendrá en alerta a los expertos en cadenas de bulos de los servicios de inteligencia. En todo el mundo las campañas electorales son tenidas como flanco de especial vulnerabilidad, expuesto a injerencias informativas hostiles organizadas.
A raíz de unas primeras conversaciones del director del Departamento de Seguridad Nacional, Miguel Ángel Ballesteros, con asociaciones periodísticas, de la comunicación corporativa, la redes sociales y las plataformas digitales, se constituyeron cinco grupos de trabajo, cada uno de los cuales ha contado con un coordinador e interlocutor institucional de los ministerios de Exteriores y de Interior y doblemente Moncloa, a través de la Secretaría de Estado de Comunicación y del DSN.
Fuentes de ese departamento confirman a este diario que ya se ha iniciado «el trabajo de elaboración de una estrategia de abajo a arriba». Calculan que se tardará un año en redactarla y descartan, por su inoportunidad, presentarla en las cercanías de las próximas elecciones generales. «Aprobar la estrategia será ya labor del próximo gobierno que se constituya», indican.
Testigos clave en el escenario de la desinformación, como Google, Facebook, Microsoft o Twitter, han enviado representantes para participar en los trabajos junto a expertos del Instituto Elcano, Reporteros Sin Fronteras, además de diversas universidades y plataformas de defensa de la libertad de información.
DIFERENCIAR LA PROPAGANDA Entre las propuestas elevadas al Gobierno, y dirigidas a las plataformas de redes sociales, figura la posibilidad de que, en las campañas electorales, tanto Twitter como Facebook deban identificar claramente los mensajes que son propaganda política.