El PP aprovecha para cargar contra Sánchez
Los dirigentes ponen de ejemplo la medida valenciana
El PP ha encontrado en Ximo Puig y su reforma fiscal un ariete contra el Gobierno de España y Pedro Sánchez. La anunciada bajada de impuestos en el IRPF para las rentas menores de 60.000 euros son el caballo de Troya que están utilizando los de Feijóo para intentar abrir una brecha en el Ejecutivo estatal. «Pregúntele al señor Ximo Puig», le replicó en el Congreso el diputado popular Carlos Rojas cuando debatía con la ministra de Economía, Nadia Calviño, sobre una posible bajada de impuestos que esta calificó de «irresponsable».
La propuesta de Puig ha agitado el tablero político estatal. No es extraño que en la política valenciana, con asuntos como la infrafinanciación o la baja ejecución de las inversiones, que Pedro Sánchez se convierta en un reproche de la oposición hacia Puig. Sin embargo, es más raro que sea el jefe del Consell el que se convierta en un problema para el presidente del Gobierno. «Que no descalifiquen al PP por cosas que están haciendo sus gobiernos autonómicos», reprochó el líder del Partido Popular a Sánchez.
Las palabras de los dirigentes nacionales de los populares generaron disonancias con el mensaje emitido desde la formación en la Comunitat. En el PPCV las críticas de su presidente Carlos Mazón y la síndica en Les Corts, María José Catalá, han coincidido con las alabanzas de Feijóo y de la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra. «Va en el camino correcto», por un lado; «es insuficiente», por otro.
Son frases enviadas desde el mismo partido, pero unas son en los límites autonómicos y otras, con la perspectiva nacional. De ponerla de ejemplo a calificarla de «parche». Sin embargo, tanto Catalá como Mazón continuaron ayer como gota malaya desmontando la propuesta planteada por el jefe del Consell. La principal crítica es la falta de concreción y los cambios de opinión.
El también presidente de la Diputación de Alicante aseguró que no sabe si la rebaja fiscal presentada le gustaría «al Puig de la semana pasada, que pretendía penalizar a las comunidades que bajaran impuestos o al que está tramitando un impuesto sobre el turismo en la Comunitat Valenciana». E insistió en que el PP «lleva meses pidiendo una rebaja fiscal de hasta 1.500 millones de euros sin menoscabo al servicio público ni la estado de bienestar», y calificó el anuncio de Puig de «una ceremonia de confusiones», indicó.