El CGPJ tarda seis meses en corregir los fallos de Sueca
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acordó ayer, seis meses después del asesinato de Jordi, el niño de 11 años asesinado por su padre el pasado mes de abril en Sueca tras una cadena de fallos y descoordinación entre juzgados, impulsar medidas para evitar que se vuelva a repetir esta situación.
Fue la Comisión Permanente del CGPJ quien dio luz verde a esas medidas a partir de un informe elaborado por sus servicios de inspección a raíz del caso de Sueca, en el que Jordi fue asesinado un día después de cumplir los 11 años por su padre, condenado por malos tratos por una jueza de Violencia sobre la Mujer y a quien otra jueza, la de Familia, concedió la custodia compartida del niño un mes después de la condena por violencia machista.
Esas dos actuaciones contradictorias se vieron favorecidas por la falta de conexión informática, de comunicación y de alertas entre ambas jurisdicciones, lo que hizo que ninguna de las magistradas supiese lo que estaba haciendo la otra.
El objetivo de las medidas acordadas ayer es establecer «un cauce de comunicación estable» que permita a los juzgados con competencias en materia de Familia conocer y acceder a las resoluciones dictadas por los de Violencia sobre la Mujer cuando el presunto agresor y la víctima estén en trámites de separación.