Bruselas vetará a europeos en la cúpula de empresas estatales rusas
Los «falsos referendos» fuerzan a la UE a acelerar el octavo paquete de sanciones Se imponen nuevas restricciones comerciales a productos tecnológicos
Los «falsos referendos» en los territorios ucranianos ocupados de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, las últimas amenazas nucleares y la movilización de 300.000 reservistas para seguir alimentando la guerra del Kremlin en Ucrania ya tienen respuesta de la Comisión Europea. «Rusia ha escalado la invasión a un nuevo nivel. No aceptamos los falsos referendos ni ningún tipo de anexión en Ucrania y estamos decididos a hacer que el Kremlin pague por esta nueva escalada», avisó ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Su respuesta: un octavo paquete de sanciones contra Rusia con nuevas restricciones comerciales a productos tecnológicos, más individuos sancionados, la prohibición de que europeos integren los consejos de administración de empresas públicas rusas y un tope al precio del petróleo ruso para terceros países.
Los Veintisiete ya aprobaron antes del verano un embargo parcial al petróleo y productos petrolíferos refinados de Rusia por vía marítima, que entrará en vigor el 5 de diciembre. La medida propuesta ayer aspira a seguir impidiendo a Putin lucrarse de la venta de este combustible fósil y reducir los beneficios que obtiene a nivel internacional, trasladando el tope al precio del petróleo ruso acordado por los países del G-7 para terceros países a la legislación europea. «Sabemos que algunos países en desarrollo siguen necesitando algunos suministros de petróleo ruso, pero a precios bajos. Este tope ayudará a reducir los ingresos de Rusia y mantendrá estables los mercados energéticos mundiales», dijo la alemana. Es decir, si la medida es avalada por los Veintisiete prohibirá que barcos y aseguradoras transporten o avalen petróleo ruso si se vende por encima del tope fijado.
FUGAS Y EXPLOSIONES La nueva propuesta llega unas horas después de las tres fugas y explosiones detectadas en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, en aguas de Dinamarca y Suecia, y que la UE considera resultado de un «acto deliberado», apuntó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en su valoración.
Ninguna de las dos tuberías, que unen Rusia y Alemania, suministran actualmente gas a la UE. Gazprom paralizó los envíos a través del primero a principios de septiembre y el segundo nunca ha entrado en funcionamiento, tras la decisión de Alemania de cancelar la puesta en marcha.
Aun así, el posible «sabotaje» ha hecho saltar todas las alarmas en la Unión Europea ante lo que muchos ven como el inicio de una guerra híbrida contra infraestructuras claves en Europa. La nueva ronda también aboga por restringir aún más el comercio con Rusia. Según los cálculos de Bruselas las nuevas medidas privarán al Kremlin de 7.000 millones de euros adicionales en ingresos. El plan contempla limitar la lista de productos que se pueden exportar a Rusia, particularmente de tecnologías punteras. «Se trata, por ejemplo, de artículos de aviación, componentes electrónicos y sustancias químicas», dijo la presidenta sobre una medida que busca debilitar y mermar la capacidad de modernización rusa.
«Rusia ha escalado la invasión a un nuevo nivel», declaró ayer Von der Leyen
LA LISTA NEGRA El nuevo tren sancionador plantea también impedir la prestación de servicios europeos a Rusia y que nacionales de la UE formen parte de los órganos de gobierno de las empresas estatales rusas lo que podría afectar al excanciller alemán Gerhard Schröder, que sigue ocupando un alto cargo en la compañía estatal rusa de gas, Gazprom. Con esta medida Bruselas quiere evitar que Moscú se beneficie de los conocimientos y experiencia europea. Además, para evitar que los europeos sorteen las sanciones añadirán una categoría más a la lista de individuos sancionados. «Podremos incluir a las personas que eludan nuestras sanciones. Por ejemplo, si compran productos en la Unión Europea, los llevan a terceros países y luego a Rusia, se trataría de una elusión de nuestras sanciones, y esas personas podrían ser incluidas», precisó.
Bruselas también aumentará la lista negra de individuos y entidades castigados, en la que figuran más de 1.300 nombres como el propio Vladímir Putin, su ministro de exteriores, Sergéi Lavrov, oligarcas como Roman Abramovich, los 315 miembros de la Duma rusa, miembros del consejo nacional de seguridad, militares y responsables de las atrocidades cometidas en Ucrania así como altos funcionarios, empresarios y propagandistas.