Mario Draghi promete una «transición ordenada»
Meloni garantiza a Zelenski que no retirará el apoyo a Ucrania
El primer ministro saliente de Italia, Mario Draghi, prometió ayer una transición «ordenada», hacia el nuevo Gobierno que tomará el poder tras la victoria de la coalición que lidera Giorgia Meloni, la líder del partido de extrema derecha Hermanos de Italia. Draghi se pronunció así después de que en las últimas horas circularan en la prensa italiana todo tipo de reconstrucciones sobre cómo el país está llevando a cabo el traspaso del poder político. Con ello, el exjefe del Banco Central Europeo también aseguró que el cambio se mantendrá dentro de «las correctas relaciones institucionales».
De la misma manera, aunque con un lenguaje más punzante, Meloni –que no aparece públicamente desde la noche electoral– tachó de «bastante surrealistas» algunos entrecomillados atribuidos a ella sobre un supuesto acuerdo con Draghi. Son «reconstrucciones totalmente arbitrarias» e «inventadas por completo», escribió en las redes sociales Meloni. La líder de Hermanos de Italia ha hablado así horas después de intervenir sobre uno de los temas más debatidos durante la campaña electoral italiana: la posibilidad de que su coalición retire el apoyo de Italia a Ucrania frente a la guerra iniciada por el presidente ruso, Vladímir Putin.
Esto último se debe a las conocidas simpatías por Putin de los socios de Meloni, la Liga y Forza Italia. Tal vez por ello Meloni optó por dirigirse directamente al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con un mensaje que fue más allá de los agradecimientos protocolarios ya hechos a otros jefes de Estado que la han felicitado en estos días. El Gobierno de Kiev «puede contar con nuestro leal apoyo por la causa de la libertad del pueblo ucraniano», sostuvo la política romana. «Manténganse fuertes y mantengan firme su fe», continuó la ultraderechista, con un texto difundido en Twitter.
MENSAJE PARA BRUSELAS En este contexto, al igual que ella, también Draghi, en su caso dirigiéndose a Bruselas, envió un mensaje de tono conciliador y con la clara intención de enfriar la preocupación de los aliados tradicionales de Italia por el cambio político en el país y los compromisos europeos pendientes.
Italia «ya está trabajando sobre los 55 objetivos (del plan de recuperación europeo) que (Italia) debe conseguir antes de que termine el año», dijo el banquero italiano. Roma quiere cumplir «con antelación» con «numerosos objetivos, en septiembre y luego en octubre», informó Draghi, cuyo Gobierno permanecerá en funciones hasta la toma de posesión del siguiente Ejecutivo, algo que probablemente tendrá lugar a finales del mes que viene.
REUNIÓN // El esfuerzo también ha sido visible en una nota conjunta de Hermanos de Italia y la Liga con la que ambas formaciones han informado de un encuentro entre sus líderes, Giorgia Meloni y Matteo Salvini. Una reunión que llega después de un primer cruce de reproches entre los dos partidos a cuenta del reparto de poder en el eventual gobierno de coalición. «El encuentro se ha desarrollado en un clima de gran colaboración y unidad de propósitos», aseguraron. Dicho esto, a continuación, Salvini se ha salido de nuevo del guion. «Necesitamos que alguien defienda de nuevo nuestros confines, las leyes, las fuerzas del orden y la seguridad en Italia», manifestó Salvini, en clara referencia al rumbo que él desea que el país tome con sus políticas migratorias. Salvini se ha quitado una piedra del zapato después de que se supiese que Umberto Bossi, el fundador de la Liga, sí ha sido elegido y su nombre no aparecía el martes en las listas de los elegidos por «un error» del Ministerio del Interior. Un asunto por el que Salvini había sido criticado por la vieja guardia de su partido. «Cuántas palabras al viento...», comentó.