Los dos Nord Stream podrían quedar inutilizados
Alemania apunta a un sabotaje en los dos gasoductos que conectan con Rusia
Ambos conductos almacenaban unos 170 millones de metros cúbicos de gas
Según nuestras informaciones, no tenemos indicios que apunten a una causa natural». A pesar de que el portavoz del Gobierno federal de Alemania, Steffen Hebestreit, no quisiera ayer especular sobre el origen de las tres fugas de gas registradas esta semana en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, sí ha dejado entrever que podría tratarse de un sabotaje.
Las autoridades del país germano se movilizaron ayer entre la cautela y las filtraciones a medios que apuntan a un ataque. Citando fuentes no identificadas del Gobierno federal, el diario berlinés
Der Tagesspiegel informa de que Berlín da por hecho que, de no repararse pronto, los dos gasoductos que conectan Rusia con Alemania quedarán inutilizados para siempre. El motivo es la filtración de grandes masas de agua salada que corroerán los conductos. Mientras, el gas natural sigue brotando de las brechas abiertas en los gasoductos.
A pesar de que Rusia no suministra desde hace semanas gas a Alemania, el operador del Nord Stream 1 y 2 calcula que ambos gasoductos almacenaban más de 170 millones de metros cúbicos de gas natural cuando se detectaron las fugas. Las autoridades danesas reconocieron ayer que la inspección de las infraestructuras dañadas podrá comenzar como pronto dentro de una o dos semanas debido la presión con la que sigue emanando el gas.
ADVERTENCIA DE LA CIA «El supuesto acto de sabotaje nos demuestra nuestra dependencia de infraestructuras críticas como esta, también bajo el agua. Debemos aclarar cuanto antes las circunstancias de este inquietante incidente e identificar a los responsables», dijo ayer la ministra de Defensa alemana, la socialdemócrata Christine Lambrecht. El Gobierno ruso ya reaccionó el martes reconociendo que un ataque era un escenario posible y rechazó como «absurdo» que haya sido el mismo Kremlin el que haya ordenado un sabotaje.
Según informaciones publicadas por el semanario alemán Der Spiegel y el diario estadounidense New York Times, la CIA ya había advertido semanas atrás a Alemania de posibles ataques contra los gasoductos. El pasado agosto, la ministra alemana de Interior, la socialdemócrata Nancy Faser, manifestó: «Tenemos que estar preparados para ataques contra terminales de gas y otras infraestructuras críticas». Como destacaban ayer varias agencias alemanas, el mar Báltico es uno de los más vigilados del mundo. Ya fue un punto de tensión durante la Guerra Fría y la invasión rusa de Ucrania, sumada a las posteriores tensiones generadas entre Occidente y Rusia por la crisis energética, ha vuelto a colocarlo en el punto de mira.
«ACTO DELIBERADO» Los sensores de las autoridades de los países con costa báltica permiten generar un cuadro muy detallado de los movimientos de embarcaciones y submarinos en las aguas. Las burbujas generadas por el brote de gas natural alrededor de la isla danesa de Bornholm dificultan, no obstante, ahora ese mapeo. Las fugas en los gasoductos han agravado las inseguridades en el mercado energético europeo, en el que el precio del gas rebasó ayer la marca de los 200 euros. Las autoridades danesas y alemanas insisten, sin embargo, que el incidente no hace peligrar el suministro de gas en Europa.
Mientras, en el plano diplomático, las autoridades de Bruselas
«Todo indica que las fugas son resultado de un acto deliberado», asegura Borrell
avisaron de que la Unión Europea responderá de la forma «más fuerte posible» en el caso de que se demuestre que las fugas hayan sido actos de sabotaje. «Cualquier interrupción deliberada de la infraestructura energética europea activa es inaceptable y conducirá a la respuesta más fuerte posible», afirmó Von der Leyen en Twitter.
«CLARIDAD» En la misma línea, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, aseguró que «toda la información disponible indica que estas fugas son el resultado de un acto deliberado», y afirmó que la UE apoyará toda investigación que permita obtener «total claridad» sobre lo ocurrido. «Estos incidentes no son una coincidencia», añadió en su valoración de los incidentes.