Un fármaco experimental reduce un 27% el avance del alzhéimer
La farmacéutica Eisai termina su ensayo con resultados esperanzadores
El preparado, que se someterá a aprobación en 2023, preserva las funciones cognitivas
La farmacéutica japonesa Eisai anunció ayer que la fase final del estudio que estaba realizando con un fármaco experimental, lecanemab, para tratar el alzhéimer ha arrojado resultados positivos a la hora de ralentizar el empeoramiento de la enfermedad: lecanemab parece reducir hasta en un 27% el empeoramiento de los síntomas del alzhéimer. Eisai publicó los resultados del ensayo clínico, la tercera y última fase de su análisis sobre este nuevo tratamiento para la enfermedad neurodegenerativa que ha estado investigando junto a la farmacéutica estadounidense Biogen.
Todos los detalles del resultado final serán presentados en noviembre en un congreso en San Francisco (EEUU). Si finalmente se confirman estos «esperanzadores» datos, se trataría del «primer medicamento que modifica el curso natural del alzhéimer», valora el director de la Fundación Pasqual Maragall, Arcadi Navarro.
El ensayo clínico comenzó en marzo del pasado 2019 y en él participaron 1.795 personas de Japón, Estados Unidos y Europa, todas con deterioro cognitivo (demencia) leve o alzhéimer en estadios tempranos con anomalías de beta amiloide (un péptido clave en su desarrollo) confirmadas.
FUNCIONES COGNITIVAS Los pacientes fueron divididos en dos grupos: a los integrantes de uno se les administró el fármaco una vez cada dos semanas durante un periodo de 18 meses, mientras que al otro se le dio un placebo, con el fin de investigar los cambios en sus funciones cognitivas.
Tras año y medio, el grupo tratado con lecanemab presentaba una reducción del 27% en el empeoramiento de los síntomas comparado con el que recibió el placebo, y ya a partir de los seis meses «el tratamiento mostró cambios estadísticamente significativos» en la evolución cognitiva, según los resultados del estudio. Otra prueba con 111 pacientes en Chi
na está actualmente en curso.
«Sabemos desde hace tiempo que se está investigando este fármaco. Ahora la compañía japonesa ha sacado esta nota de prensa. Son pinceladas prometedoras que debemos tomar con prudencia hasta tener los detalles en el congreso de noviembre», insiste Navarro. El director de la Fundación Pasqual Maragall valora los datos como «muy esperanzadores».
«Las compañías dicen que han demostrado una ralentización del deterioro cognitivo. Si se confirma, sería la primera vez que hay un medicamento que modifica el curso natural de la enfermedad. Pero hay que esperar hasta noviembre. No podemos juzgar la película por el título», insiste.
«Nosotros nos tomamos la información con un optimismo prudente», señala Navarro. En estos momentos no hay medicamentos que curen o frenen el alzhéimer. Pero se están investigando alrededor de 130 y el lecanemab, de aprobarse, sería el primero en salir.
Navarro opta por la prudencia porque se acuerda de lo ocurrido el año pasado con otro fármaco, el
aducanumab, que fue el primer medicamento contra el alzhéimer aprobado en Estados Unidos en 18 años. «Hubo una gran polémica: la FDA lo aprobó contra el voto de los expertos porque su eficacia era débil y tenía efectos secundarios notables», recuerda Navarro. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) rechazó su aprobación en Europa y multinacionales como Biogen retiraron de inmediato su solicitud de autorización.
Lecanemab está diseñado para prevenir la progresión del alzhéimer mediante la unión de un anticuerpo al beta amiloide (que se presenta en acumulaciones anormales en el cerebro de los pacientes con esta enfermedad, la forma más común de demencia) y su eliminación, para evitar la destrucción de células nerviosas. Si finalmente el resultado es positivo, el medicamento todavía tendría que ser aprobado por la agencia del medicamento de EEUU, la FDA. Eisai tiene previsto analizar sus hallazgos con las autoridades reguladoras para solicitar antes de marzo de 2023 la aprobación del fármaco en EEUU, Japón y Europa.