Almassora enfila tras 16 años la construcción de la pantalla verde
Galí compara este hito con el derribo del Grupo B o la apertura del Regina Violant
Hacen oficial la compra de las primeras 12 parcelas con la firma de los propietarios
Si Almassora vivirá esta noche un multitudinario Esclat de la Festa para dar comienzo a las fiestas del Roser, el Ayuntamiento hizo lo propio ayer a nivel administrativo y efectuó su particular Esclat de la pantalla verda. 16 años después de anunciar la iniciativa, el consistorio desbloquea uno de los grandes proyectos de la última década al ser, por fin, el propietario de los terrenos en los que construirán la barrera vegetal que aislará a los vecinos de la playa del ruido del polígono del Serrallo.
De momento, se hace con la titularidad de 12 de las 17 fincas, cuyos propietarios acudieron ayer al despacho de Alcaldía para firmar la operación de compraventa. De uno en uno, el notario leyó las escrituras y los dueños de las parcelas fueron recibiendo los cheques, cuya suma global asciende a 1.167.803 euros, en un simbólico acto que, en representación de la corporación, no se perdieron el arquitecto municipal, la vicesecretaria, la concejala de Territorio, Carmina Martinavarro, y la alcaldesa, Merche Galí.
La segunda parte de las rúbricas restantes llegarán, como ya anunció este diario, después de las fiestas, cuando los propietarios que faltan por estampar su firma solucionen los respectivos problemas administrativos de sus parcelas, que en breve también pasarán a ser de carácter municipal.
MAYOR COMPRA DE SUELO Esta transacción supondrá que el consistorio tenga a su disposición un total de 58.295,37 m² de suelo en el litoral norte, colindante al polígono, lo que será la mayor compra de suelo que haya hecho el Ayuntamiento en toda su historia.
Con la firma de los propietarios que faltan, la corporación local completará la adquisición con
un desembolso de 1.413.171 euros, reservados en el presupuesto de este año. De hecho, esta operación, que está cofinanciada por los planes Feder de la Unión Europea, es la mayor inversión este año prevista en las cuentas, dejando a un margen la de los colegios que van a cargo del plan Edificant.
Tras tantos años de procedimiento administrativo, la alcaldesa no duda que el de ayer fue «un día histórico» y lo compara a otros proyectos tradicionalmente bloqueados hasta hace poco, como el derribo del Grupo B (22 años de espera) o la apertura del colegio Regina Violant (cuyos alumnos estuvieron 14 años en barracones). «Con trabajo y voluntad se cumplen promesas que nunca antes se habían materializado», destacó.