Putin firma hoy la anexión de los territorios ocupados de Ucrania
Moscú acoge la celebración del reconocimiento de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia Kiev investiga a 16 personas por traición tras organizar los referendos de adhesión
En el corazón de Moscú se ha levantado un gran escenario. Todo está listo para que esta tarde tenga lugar una gran celebración: Rusia se anexionará formalmente las cuatro regiones de Ucrania que se encuentran bajo control de su Ejército: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
Es lo que estaba previsto y así lo confirmó el Kremlin, que afirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, firmará el decreto este 30 de septiembre a las dos de la tarde hora española. En estas cuatro regiones se celebraron entre el viernes 23 y el martes 27 unos cuestionados referendos de anexión –rechazados de plano por la Unión Europea– cuyos resultados bordearon el 97% a favor del sí, según medios oficiales rusos. A día de hoy, las tropas rusas no controlan el 100% del territorio de ninguna de ellas.
Los operarios preparaban ayer ese gran escenario que luce el lema: ¡Donetsk, Lugansk, Jersón, Zaporiyia son Rusia!. Según anunciaron las autoridades locales, las calles adyacentes a la famosa plaza Roja de Moscú, donde se celebrarán diferentes actos, estarán cortadas para la ocasión. También habrá conciertos populares. Aún no está claro si Putin planea aparecer en el mitin–concierto.
IGUAL QUE CON CRIMEA Con este despliegue, Moscú sigue la misma senda que la recorrida el año 2014 con la anexión de la península de Crimea, también en territorio de Ucrania. El resultado de los referendos no tendrá ninguna validez legal fuera de Rusia, ya que el derecho internacional humanitario prohíbe a las potencias ocupantes cambiar la soberanía de los territorios conquistados en el campo de batalla.
Los principales motivos que esgrime el oficialismo ruso para defender la anexión es la «defensa de los rusoparlantes» de estos territorios y que estas regiones pertenecieron a Rusia en la época zarista. Si el Kremlin reclamara para sí los territorios de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia que aún no controla, se verá legitimado, desde su punto de vista, para tomar esos territorios que aún están bajo control de Kiev. En 2020, Moscú cambió su Constitución, y entre otros aspectos, estableció que la ley rusa pasa por encima de la ley internacional si no coincide. Ucrania, Turquía, Kazajistán, la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá ya han hecho pública su negativa a reconocer estas «votaciones» como válidas.
Previsiblemente países afines a Moscú como Cuba, Nicaragua,
Bielorrusia y Siria podrían reconocer la anexión, como ya hicieron en su día con Crimea. Según el medio ruso Proyekt –etiquetado como «agente extranjero» por las autoridades, un término con connotaciones negativas– publicó ayer una investigación en la que detallaba como a lo largo de este 2022 se ha ido gestando la anexión defi
nitiva de estos territorios a Rusia. En esta explican que cerca del 90% del alto funcionariado de las llamadas «Repúblicas Populares» de Donetsk y Lugansk era ruso ya antes del inicio de la denominada «operación militar especial», que se inició el pasado 24 de febrero.
CONTROL RUSO Desde su autoproclamación como independientes en 2014, estos territorios del este de Ucrania han sido controlados de forma indirecta por Moscú. El rumbo cambió el 21 de febrero de este mismo año, cuando el Kremlin los reconoció oficialmente como estados y firmaron un Tratado de Amistad y Cooperación.
Los dirigentes de Donetsk (Denis Pushilin) y Lugansk (Leonid Pasechnik) celebraron una suerte de elecciones para llegar al poder, mientras que sus equivalentes de Jersón (Vladímir Saldo) y Zaporiyia (Yevgueni Balitsky) fueron directamente puestos por el Kremlin. El SBU, los servicios de inteligencia ucranianos, han acusado a Pushilin, Saldo y Balistky, así como a otras 13 personas de su entorno, de traición y se les investiga por la organización de los referendos de adhesión.