La niña semiahogada en una piscina de Castelló, en la UCI
Los médicos analizarán cuánto estuvo sin oxígeno y si la menor, de 3 años, tiene lesiones cerebrales Una enfermera, madre de otro niño, fue quien inició las tareas de reanimación tras el suceso
La niña de tres años que el jueves por la tarde resultó herida muy grave tras un ahogamiento en la piscina del gimnasio Urban Sport, ubicado en la travesía Bellver de Castelló, se encuentra ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General de Castellón con pronóstico reservado. Los médicos analizarán cuánto tiempo estuvo la pequeña sin oxígeno y, a través de diversas pruebas, si puede haber sufrido lesiones cerebrales tras el desafortunado suceso durante una clase de iniciación a la natación.
Asimismo, agentes de la Policía Nacional ya han iniciado una investigación para determinar exactamente qué pasó y si pudo incurrirse en alguna negligencia.
Según ha podido saber Mediterráneo de fuentes solventes, una enfermera del ambulatorio de Benicàssim se encontraba, por motivos personales, en las mismas instalaciones deportivas el jueves por la tarde. Concretamente, al ser madre de otro menor, estaba con otros progenitores tras un cristal, en una planta superior, desde donde tienen la oportunidad de seguir la actividad acuática.
La clase estaba dirigida por dos monitores, según confirmaron ayer testigos presenciales. En un
momento dado, se dieron cuenta de que la víctima estaba flotando y la sacaron del agua, ante el propio nerviosismo de su madre, que se encontraba en la piscina.
UN ÁNGEL DE LA GUARDA La citada enfermera fue la primera en practicar primeros auxilios a la pequeña e inició la reanimación cardiopulmonar, mientras se daba aviso
al 112 de lo ocurrido. Agentes de la Policía Local, Nacional y miembros de los Servicios de Atención Médica de Urgencia (SAMU) se trasladaron al lugar y continuaron con la asistencia a la pequeña, que llegó a entrar en parada, como confirmó el CICU. Por suerte, fue posible la recuperación de sus constantes y fue trasladada en ambulancia al Hospital General con
carácter de máxima urgencia. Tanto es así, que los agentes cortaron el tráfico en ciertos puntos para acelerar la llegada de la menor al centro, donde quedó ingresada.
Según fuentes sanitarias, uno de los monitores que estaban a cargo de la clase también tuvo que ser atendido por los sanitarios por el estado de nervios que presentaba tras el inesperado suceso.
Este diario contactó ayer con el gimnasio Urban Sport y ofreció a sus responsables la posibilidad de pronunciarse acerca de lo ocurrido, pero el centro declinó hacerlo.
La Policía Nacional tomará ahora declaración a los testigos del suceso y revisará, previsiblemente, las grabaciones de las cámaras para intentar esclarecer qué le pasó a la pequeña.