Jérica estrena un observatorio para la prevención de fuegos
Con una inversión de 270.000 € permite vigilar cerca de 22.500 hectáreas
El entorno forestal del Alto Palancia, en concreto el término municipal de Jérica, cuenta con un nuevo observatorio para la vigilancia por la prevención de incendios forestales, una infraestructura encargada por la Conselleria de Transición Ecológica para, según explican desde el departamento que dirige Mireia Mollà, «reforzar la red» contra el fuego con la que cuenta el gobierno autonómico en el territorio provincial.
La inversión necesaria para hacerlo posible ha sido importante, 270.000 euros. Según detallan, está ubicada en el Alto de Sayas (776 metros de altitud) y desde lo alto, los agentes pueden supervisar una superficie forestal de 22.466 hectáreas y un total de 29,519 hectáreas, de los términos municipales de Jérica, Viver, Torás, Teresa, Segorbe, Castellnovo y Caudiel, buena parte de la zona que el pasado agosto estuvo gravemente afectada por el incendio que calcinó prácticamente 30.000 hectáreas. Desde la Conselleria aseguran que la torre ofrece una amplia panorámica de «buena parte de los parques naturales de la Serra d’Espadà y de la Serra Calderona».
La torre metálica que se ha construido tiene 16 metros de altura. En la parte superior se ha colocado una cabina acristalada hexagonal. Se ha habilitado una edificación auxiliar de pequeñas dimensiones donde se encuentra el arranque de la torre. El personal que ocupará la instalación tiene a su disposición un espacio específico, aseo y un garaje. Tecnológicamente, se la ha dotado de «un equipo de transmisión y una estación meteorológica automática», de manera que ofrecerá un servicio complementario al específico de prevención de incendios.
OTRAS INVERSIONES Desde la Conselleria de Transición Ecológica afirman que la torre «da continuidad a la estrategia de prevención de incendios forestales». No es, según informan, la única inversión en este sentido, ya que desde el área están «avanzando en las tareas de mejora del resto de observatorios con el fin de adaptarlos a las necesidades actuales de dotaciones, calidad y seguridad».
Tal fue el caso del existente en Penyagolosa, que estuvo cerrado varias semanas este verano, en plena campaña de riesgo alto de incendios, para reformarlo.