Los goles de Manu Sánchez y Dani Romera hacen justicia en Castalia
El Castellón, fallón en el primer tiempo, sentencia en el segundo
Dicen los entrenadores que en el fútbol hay que tener paciencia y esperar el momento. Que si se trabaja y se mantiene la calma todo llega. Y ese fue el planteamiento del CD Castellón ante Osasuna Promesas. El equipo de Rubén Torrecilla falló un sinfín de ocasiones en la primera parte, pero en la segunda esperó sin perder los nervios y acabó ganando gracias a los goles de Manu Sánchez y Dani Romera.
Torrecilla buscó el factor diferencial en el ataque de su equipo dando entrada de inicio a Fabrício. El brasileño, ubicado en la banda izquierda, había dejado pinceladas de su calidad en los pocos minutos que había disputado hasta el momento y ante el filial de Osasuna pronto mostró sus señas de identidad. Velocidad, desparpajo, remate... Pero ni él ni sus compañeros pudieron materializar algunas de las numerosas, y claras, ocasiones de gol de que dispusieron en el primer tiempo.
Parecía que el maleficio de la falta de gol seguía muy activo en las botas de los futbolistas del conjunto albinegro porque estos las tuvieron de todos los colores, pero ninguna subió al marcador. En el minuto 17 Pablo Hernández empalmaba el balón tras saque de esquina de Cristian y se le marchaba fuera; en el 19, pase de Fabrício a Dani Romera y su remate acababa en las nubes; en el 24 centraba Cristian y el que remataba fuera era Fabrício; y en el 25 un pase de Manu Sánchez a Dani Romera acabó con el delantero hecho un lío al tratar de chutar y el balón en las manos del portero de Osasuna.
Estaban siendo los mejores momentos del Castellón, que tenía controlado el choque y tan solo dejaba que el filial rojillo tuviera alguna aproximación aislada al área, pero sin que Alfonso Pastor tuviera que trabajar demasiado.
MÁS DE LO MISMO El catálogo de jugadas de ataque del Castellón prosiguió con un lanzamiento desde casi el centro del campo de Cristian que el meta Darío Ramos sacó con una manopla magistral y un córner en el que Romera tampoco estuvo fino.
El equipo de Torrecilla lo había hecho todo, pero le había faltado el --o los goles-- y se marchó de vacío al descanso. Era el momento
para que el técnico palentino buscara entonces una solución o esperar a que se obrara el milagro porque la falta de puntería empezaba a ser alarmante.
De hecho, el segundo tiempo arrancó con una primera ocasión de Cristian que acabó en saque de puerta y otro intento frustrado de Romera cuando se aproximaba el área del conjunto navarro. Torrecilla miró al banquillo y puso a calentar a Koné y Bilal pensando en ellos como revulsivos. Pero fue justo entonces, cuando se llegaba al minuto 55, cuando la lata por fin se abría con un cabezazo de Manu Sánchez con el que Castalia respiró algo más aliviada y el banquillo lo celebraba por todo lo alto.
Osasuna Promesas no le perdió la cara al encuentro y, tras el gol, aprovechó un pequeño bajón de los locales para tratar de buscar el empate, sobre todo, en jugadas a balón parado pero siempre encontrando en su camino a la férrea defensa albinegra o al meta Alfonso Pastor, muy seguro por arriba.
El partido se había equilibrado. El filial apretaba y el Castellón salía a la contra siempre que podía. En una de esas, Romera se quitó el mal sabor de boca y sentenció el choque con un gol de rebote que, fuera como fuera, ponía el 20 y hacía justicia a lo que se había visto en el terreno de juego. Costó marcar, pero llegaron los goles y se logró el tres de tres en casa.