El coronavirus empeoró la salud mental de las cuidadoras
Las féminas a cargo de otras personas tienen más riesgo de tristeza o depresión El informe también evidencia que ellos sobreestiman su disposición a vacunarse
La pandemia de covid-19 ha dejado tras de sí más diferencias entre hombres y mujeres en determinados ámbitos de la salud. Por ejemplo, aunque el deterioro de la salud mental de la población ha sido general, empeoró más la de las personas cuidadoras, algo que impacta directamente en el colectivo femenino si se tiene en cuenta que el 70% de quienes cuidan a otras personas son mujeres.
Además, también ha habido diferencias de género en las intenciones y la aceptación de la vacunación del covid-19: los hombres sobreestiman más que las mujeres su predisposición a vacunarse. Y, por último, ellas han hecho más uso que ellos de las visitas telemáticas en los centros de atención primaria (CAP). Esto es, este cambio de lo presencial a lo virtual ha tenido un mayor impacto en mujeres que en hombres.
Son las tres ideas que recoge el último informe del Institut d’Economia de Barcelona (IEB), titulado La dimensión de género durante la pandemia y compuesto por tres artículos. «Estas conclusiones aportan datos y evidencias relevantes a la hora de diseñar políticas públicas que, a corto y medio plazo, nos ayuden a recuperar los niveles de salud, tanto física como mental, que teníamos antes de la pande
mia, especialmente en el caso de las mujeres», señala Judit Vall, investigadora del IEB y profesora del departamento de Economía de la Universitat de Barcelona (UB).
DEPRESIÓN Comparadas con la población general, las mujeres cuidadoras tienen un 8,5% más de posibilidades de estar «tristes o deprimidas». En el caso de los hombres cuidadores, es un 5% más. Es decir, aunque las personas cuidadoras informales, de ambos sexos, tienen más problemas de salud
mental que la población general, esta diferencia es aún mayor en el caso del colectivo femenino. Es una gran diferencia de género si se tiene en cuenta que siete de cada 10 cuidadores son mujeres.
Asimismo, el IEB refleja que, mientras que el 87% de los varones tienen intención de vacunarse, menos féminas, el 83% de ellas, muestran esta misma disposición. Sin embargo, observando el índice real de vacunación, la proporción de hombres y mujeres que se han vacunado en el pe
ríodo de los 30 días siguientes es del 73% en ambos grupos. Esto es, se vacunan igual pese a que no declaran las mismas intenciones.
A la vez, «con el covid-19, la gente se relaciona de forma diferente: llama más al CAP, envía más e-consultas... », cuenta Francesc López Seguí, autor, junto a Laura Ricou Ríos, de Perspectiva de género en el análisis de la variación de la frecuencia de visitas en la atención primaria antes y durante la pandemia de covid-19, que analiza las atenciones entre 2019 y 2020.