Unas cuentas expansivas con menos crecimiento
El gasto en las pensiones se verá aumentado el 11,4%
El Gobierno espera más ingresos por los tributos a las energéticas, a los bancos y a los patrimonios altos
La partida de inversión sube el 33% y la de Defensa, el 25,8%
El Consejo de Ministros aprobó ayer el proyecto de Presupuestos Generales de 2023, con un importante aumento del gasto consolidado, del 7,6%, que eleva a 485.986 millones el total de las partidas, 34.517 millones más que lo presupuestado en 2022. El Gobierno ha diseñado unas cuentas expansivas para el último ejercicio de la legislatura –con un incremento del gasto por encima del previsto para la economía (que se desacelerará hasta el 2,1%, con un deflactor del PIB del 3,8%)– con el que se dispone a encarar el año electoral. El gasto en pensiones crecerá el 11,4%; el de inversión, el 33%, y el de Defensa, el 25,8%.
Para ayudar a financiar el mayor gasto, el Ejecutivo de Sánchez cuenta con más recaudación vía impuestos (se prevé un alza del 7,7%) impulsada por los nuevos tributos extraordinarios a la banca, las energéticas y el patrimonio, así como por el plan de medidas fiscales pactado entre los socios de gobierno y por el plus de ingresos que la inflación reporta a las arcas públicas. La mayor recaudación de cotizaciones sociales por el crecimiento del empleo también debe ayudar a alimentar los ingresos, así como las transferencias de los fondos europeos. Como resultado del juego, prevé que el déficit del conjunto de las administraciones pasará del 5% del PIB con que se prevé cerrar 2022 al 3,9% en 2023.
El bloque de gasto social crece con fuerza, el 10,5%, hasta sumar 266.719 millones, el 58,5% del gasto total presupuestado. «Es el mayor gasto social de la historia para reforzar el estado de bienestar», dijo ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
En particular, se prevé un aumento del 11,4% del gasto en pensiones, impulsado por la actualización de todas las prestaciones – contributivas y no contributivas– según la inflación, que podría situarse en torno al 8,5%. Además, tras una década sacando dinero de la hucha de las pensiones hasta dejarla a cero, de nuevo habrá una dotación a favor del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, 2.955 millones, procedentes del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y de la subida de cotizaciones sociales que lleva aparejada para atender a futuras dificultades financieras del sistema.
MAYOR INVERSIÓN SANITARIA En el bloque que corresponde al gasto social, el Ejecutivo también ha incorporado un aumento del 6,7% del gasto sanitario, en el que se incluyen 500 millones para infraestructuras de atención primaria y salud mental, así como una partida de 50 millones para incrementar en 1.000 plazas la oferta universitaria del primer curso de Medicina. Además se ha previsto un alza de 620 millones para el gasto en dependencia.
Son unas cuentas marcadas por «la prudencia, la responsabilidad, la justicia social y la eficiencia económica», resumió la ministra Montero. El doble objetivo de estos Presupuestos, señaló, es «acompañar a la sociedad española a transitar por los momentos de incertidumbre derivados de la guerra en Ucrania» y acometer los «grandes retos» de modernización de la economía. Tras la negociación entre los dos socios del Gobierno –PSOE y UP–, empezará ahora la búsqueda de apoyos parlamentarios para que las nuevas cuentas entren en vigor el 1 de enero. Del total de gasto consolidado, del Estado y sus organismos autónomos presupuestado para 2023 (485.986 millones), unos 30.008 millones procederán de los fondos europeos de recuperación.
PARTIDAS A LA CABEZA Entre las partidas de gasto que más suben, figura la de Defensa, un incremento del 25,8% con el que el Gobierno pretende dar cumplimiento al compromiso del presidente Pedro Sánchez ante sus socios de la OTAN. El gasto en infraestructuras crece el 6,7%, aunque en su conjunto el capítulo VI de inversión del Estado prevé un aumento del 33%, impulsado por el efecto de los fondos europeos y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que se extenderá a rúbricas como la de I+D+i, que anota un incremento del 22,8% en el proyecto.
Del conjunto de partidas presupuestarias, la prevista para protección del desempleo baja el 5,3% (hasta los 21.278 millones) debido a la previsible buena evolución del mercado laboral, según afirmó Montero. Pero eso sí: la cuantía de la prestación por desempleo mejorará en 2023 tras el acuerdo alcanzado entre los dos socios de Gobierno para revertir algunos ajustes de los gabinetes del PP.
El proyecto de Presupuestos incluye, además, una subida de los sueldos de los empleados públicos de hasta el 3,5%; un aumento del ingreso mínimo vital; la prórroga de la bonificación de los abonos
de transporte públicos de ámbito estatal; un incremento en 102 millones para el bono térmico social y la prórroga de la ayuda de 250 euros al alquiler de vivienda para jóvenes. El gasto en intereses de la deuda pública, por su parte, volverá a crecer después de unos años de contención y subirá el 3,6% hasta alcanzar un total de 31.275 millones.
construido a partir de una base macroeconómica que vaticina una intensa desaceleración
Se prevé que el déficit del conjunto de las administraciones disminuya del 5% del PIB en 2022 al 3,9% en 2023
EL EMPLEO APENAS CRECE El proyecto de Presupuestos se ha construido sobre la base de un cuadro macroeconómico que prevé una intensa desaceleración de la economía para el año próximo, en el actual contexto de crisis energética. Aunque según la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, «por el momento no hay síntomas de desaceleración en la economía», lo cierto es que, según el cuadro macro presentado ayer, la economía pasará de crecer en el entorno del 4,4% este año al 2,1% en 2023 en medio de la progresiva corrección de la inflación que espera el Gobierno.
El Ejecutivo prevé que el empleo apenas crecerá a una tasa del 0,6% (medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo) y que la tasa de paro bajará desde el 12,8% con que se prevé cerrar 2022 al 12,2% de la población activa. El Ministerio de Economía vaticina que la deuda pública pase del 118,3% del PIB al 115,2%.