PSOE y UP ofrecen un nuevo gesto de estabilidad entre tensiones
Los socialistas frenaron muchas exigencias moradas en las negociaciones
PSOE y Unidas Podemos cerraron ayer un acuerdo, tras una noche de intensas negociaciones, para las cuentas públicas de 2023, las que a todas luces serán las últimas de la legislatura. Socialistas y morados reivindicaron que es un gesto más de la estabilidad del Ejecutivo bicolor. «Frente al ruido y las estridencias, estabilidad, protección y avance para nuestro país», reivindicó la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, durante la rueda de prensa para presentar el proyecto presupuestario. Pero lograrlo no fue sencillo.
Hasta bien entrada la madrugada del lunes al martes, los equipos de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por parte del PSOE, y de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, por parte de Unidas Podemos, se mantuvieron enfrascados en una negociación en la que los morados obtuvieron pocos éxitos ante un ala socialista que se mostró rotunda en algunos aspectos.
No cedieron en las exigencias de desbloquear la ley de vivienda y, además, acabaron introduciendo una subida del gasto en Defensa en los Presupuestos, pese a la negativa reiterada de sus socios de Gobierno, Unidas Podemos.
CHEQUE BEBÉ El principal escollo fue la ley de familias, a la que los morados querían dotar de una amplia partida presupuestaria para implementar sus medidas una vez sea aprobada. Los socialistas cedieron en parte y acordaron una cuantía para poner en marcha la ampliación del cheque bebé de 100 euros mensuales.
No obstante, hasta que la norma no sea aprobada en el Congreso, para lo que podrían faltar meses, no se hará realidad.
BUSCAR LOS APOYOS Unidas Podemos sí obtuvo los 600 millones que solicitó para Dependencia, así como el incremento del presupuestos de Igualdad. Por otro lado, los morados reivindicaron que se vaya a revertir los recortes del Partido Popular en materia de desempleo y que se suba el IPREM, lo que implicará un incremento del ingreso mínimo vital, de las pensiones no contributivas y así como de otras ayudas autonómicas. «Son cuentas públicas que aportan certidumbres, que afrontan con valentía el efecto de la inflación y que consolidad la protección social y del tejido productivo que el Gobierno está impulsando», aplaudió Díaz.
El pacto de socialistas y morados fue recibido con cierta sorpresa entre los aliados parlamentarios que denunciaron no haber sido informados y apenas tener detalles de la letra pequeña. Además, los socios habituales del Gobierno avisaron de que sus apoyos se sudan y que el Ejecutivo tendrá que acudir al Congreso con la predisposición de negociar.
«Ya sabemos que serán los enésimos mejores presupuestos de la historia mundial», ironizó el portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, antes de reclamar a PSOE y Podemos que abandonen la actitud de presionar a todos los partidos que no apoyen las Cuentas.