El Periódico Mediterráneo

España cribará el cáncer de pulmón en los fumadores y exfumadore­s

Un total de 38 hospitales arrancan una prueba piloto para la detección precoz del tumor más mortal Esperan que en 2028 este servicio esté incluido dentro del sistema nacional de salud de España

- BEATRIZ PÉREZ mediterran­eo@epmediterr­aneo.com

Un total de 38 hospitales de la sanidad pública comenzarán a hacer cribados de cáncer de pulmón con una tomografía axial computariz­ada (TAC) a partir de junio. Se trata de una prueba piloto del proyecto nacional Cassandra (Cancer Screening, Smoking Cessation and Respirator­y Assessment), un programa multidisci­plinar promovido por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), fruto de un «acuerdo histórico» entre diferentes sociedades médicas y que cuenta con el respaldo del Ministerio de Sanidad. Los cribados se realizarán a personas de entre 50 y 75 años que todavía fumen o hayan dejado de fumar, como máximo, en los últimos 15 años. El cáncer de pulmón es el que más muertes produce en todo el mundo en la actualidad y el tabaco es su principal factor de riesgo.

«Es un problema de salud pública», señalan los neumólogos. Cada año mueren en España 30.000 personas por esta enfermedad y varios estudios apuntan a que estas pruebas reducen su mortalidad hasta un 24%. El proyecto Cassandra busca, desde hace varios años, aportar pruebas sobre la factibilid­ad del cribado de cáncer de pulmón, algo que ya está implementa­do desde hace tiempo en países anglosajon­es.

Los impulsores de esta prueba piloto esperan que en el año 2028 el cribado del cáncer de pulmón ya esté incluido en el sistema nacional de salud de España y se sume a los cribados de mama, colon y cérvix, que existen desde hace años y que sirven para detectar precozment­e estas enfermedad­es. Cataluña y Madrid son las comunidade­s más representa­das en este proyecto. A lo largo de los próximos cinco años, el proyecto cribará alrededor de 50.000 casos en toda España, de los cuales unos 20.000 vendrían solo de Cataluña.

SIN CONSENSO MÉDICO Sin embargo, a diferencia de otras pruebas de detección, no existe un consenso médico sobre los cribados de cáncer de pulmón, entre otras cosas porque se realizan con un TAC, una prueba que resulta mucho más invasiva que la de sangre

en heces (para el cáncer colorrecta­l) o las mamografía­s (el de mama) debido a que emite radiacione­s. Aun así, los TAC aprobados para cribados de cáncer de pulmón en otros países tienen «dosis muy bajas de radiación».

«Esto que viene (los cribados de cáncer de pulmón) será obligado, independie­ntemente de sus detractore­s», defiende Roberto Chalela, neumólogo de la unidad de endoscopia respirator­ia y cáncer de pulmón del Hospital del Mar y miembro de la Societad Catalana de Neumologia de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña.

Chalela recuerda que el cáncer de pulmón es, «de lejos», el cáncer que más muertes produce en el mundo: entre 1,8 y 2 millones cada año. «Produce muchas más muertes que el cáncer de mama y próstata juntos», señala este neumólogo, quien insiste en la necesidad de introducir cribados para detectarlo precozment­e porque, hoy día, «menos del 25% o 30% de los cánceres de pulmón que detectamos están en un estadio inicial».

El coste de pruebas como los TAC y que estos cribados se hagan en personas fumadoras (además de en exfumadore­s) son otras de

los motivos que esgrimen los contrarios a su implantaci­ón.

Sin embargo, como defienden sus impulsores, el proyecto Cassandra va más allá del cribado en sí, ya que incluye también «la prevención del tabaquismo y de otras enfermedad­es respirator­ias», como explica Juan Carlos Trujillo, coordinado­r del proyecto Cassandra y jefe clínico del Servicio de Ci

rugía Torácica de Sant Pau. Este próximo viernes una reunión en Madrid servirá de «arranque» del proyecto y cerrará algunos flecos pendientes. «Por ejemplo, no todos los hospitales tienen el mismo software para leer el TAC y eso puede provocar diferentes lecturas. Necesitamo­s homogeneiz­arlo».

Estas pruebas reducen la mortalidad general hasta un 24%, el 40% en las mujeres

«Es un problema de salud pública», argumentan los neumólogos

LA «COMPLEJIDA­D» DEL TAC Los médicos reconocen que el «gran problema» del cribado del cáncer de pulmón es la complejida­d de la prueba: el TAC de tórax. Por eso no se le realizará a toda la población (como ocurre con el cáncer de mama, por ejemplo: se les hace radiografí­as a todas las mujeres mayores de 50 años), sino solo a personas con una determina edad y que fumen o sean exfumadora­s.

La atención primaria vehiculará estos cribados. «Una persona que vaya a su médico, si este pertenece a alguno de los hospitales del proyecto Cassandra, y si ella cumple unos criterios, podrá hacerse este TAC. Otra fuente de entrada será el propio hospital: por ejemplo, el típico paciente que tiene asma», argumenta Trujillo.

Estos criterios de inclusión serán la edad (entre los 50 y 75 años) y un número determinad­o de cigarrillo­s. Estos cigarros se calculan según el índice de paquetes de cigarrillo­s anuales (IPA): el número de cigarrillo­s por día multiplica­do por el número de años fumando dividido por 20.

Si el resultado es 20 o más, el persona debe hacerse el cribado. En el caso de los exfumadore­s, se cribará solo a aquellos que tengan entre 50 y 75 años, lleven unos 15 años o menos sin fumar (15 años es el punto de corte donde el riesgo de cáncer de pulmón se equipara al de un no fumador) y el índice IPA sea también 20 o más.

El proyecto Cassandra incluirá un análisis de la prueba piloto al año, a los tres y a los cinco años. «En cinco años se tratarán todas las conclusion­es y esperamos tener toda la informació­n para que se incluya en la cartera de servicios», señala Trujillo. Estos médicos creen que los cribados en cáncer de pulmón servirán para detectar precozment­e una enfermedad que, cuando se diagnostic­a en estadios avanzados, tiene una superviven­cia «muy baja» en cinco años. «A pesar de que la inmunotera­pia ayuda a sobrevivir, la mortalidad continúa siendo muy alta. Es un problema de salud pública y eso lo tienen claro todas las sociedades científica­s», defiende abiertamen­te el neumólogo.

«Un estudio americano en 2010, el National Lung Screening Trial (NLST) demostraba de forma contundent­e que hacer TAC de tórax en pacientes de riesgo cada año reduce la mortalidad en un 20%. Ese año muchos países anglosajon­es se pusieron a hacer screenings. Estamos en 2023 y nosotros (los países europeos) ni nos hemos puesto de acuerdo», se lamenta. Otro estudio clínico realizado en Países Bajos y Bélgica, el Nelson, demostró que estos cribados reducían la mortalidad un 24%. Según otros datos, en mujeres este porcentaje podría llegar al 40%. Este neumólogo, que cree que el cribado en cáncer de pulmón se ha vuelto «obligatori­o» debido a su «espectacul­ar» impacto, pone énfasis en que un TAC permite además detectar más enfermedad­es, no solo el cáncer. «En los próximos cinco años ya debería existir un plan nacional de cribado de cáncer de pulmón. El primer estudio es ya de hace 13 años: cada año que pasa es perder tiempo», dice.

 ?? RICARD CUGAT ?? Un mujer se somete a un TAC en el hospital público Vall d’Hebron de Barcelona, en julio de 2020.
RICARD CUGAT Un mujer se somete a un TAC en el hospital público Vall d’Hebron de Barcelona, en julio de 2020.

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