Menda Lerenda, de locución a república
Mi menda lerenda», una locución casi en desuso. Con todo, no deja de tener su gracia y su tradición jacarandosa. La palabra menda, proviene del caló, para designarse uno a sí mismo y tiene sus largas raíces en el tiempo, pues abunda en el decimonónico género chico (la zarzuela La revoltosa) o en la comedia de astracán, como La venganza de Don Mendo: «Sabed que mendo/es mi menda/ y que menda/ mató a Mendo». Por contra, el vocablo lerenda, no significa nada; no es más que un marbete para darle, con su rima, énfasis a la primera palabra.
Algún lexicógrafo postinero, con toda la guasa dada, declaró a Menda Lerenda como república independiente. El 14 de octubre de 1999 notificó al Ministerio de Cultura y Deporte español un país miembro de la Unión Europea, la proclamación de independencia, con un documento que fue admitido oficialmente por el organismo. El papelorio era una petición de inscripción en el Registro de la Propiedad Intelectual de Barcelona, de un expediente para registrar las potestades sobre una obra, actuación o producción artística.
EL 25 DE ENERO
siguiente, Cultura aprobó la inscripción, en un intercambio de documentación que los fundadores de la república, no sé si bananera o chiripitifláutica, interpretan que «acredita de iure la interrelación de ambas partes» y que, según entienden, les define como estado. De hecho, algún tiempo más tarde, un conductor guasón se negó a identificarse ante la Guardia Civil de Ourense por ser ciudadano de la
Un conductor guasón
se negó a identificarse ante la Guardia Civil de Ourense por ser ciudadano de esta república
república errante Menda Lerenda. Tan errante, que solo tiene por territorio, los dos palmos de tierra que pisa «el menda» y en el momento en que los pisa.
*Cronista oficial de Castelló