«Yo no lo maté. Era mi mejor amigo, pero bebía mucho y se suicidó»
El acusado del homicidio a golpes de su compañero de piso dice que lo encontró malherido en el portal Los vecinos recuerdan «ruidos», pero su declaración pierde fuerza y la fiscal señala «contradicciones»
La Audiencia Provincial de Castellón dio inicio ayer al juicio con jurado popular por el homicidio de un hombre de 67 años durante las fiestas de la Magdalena del 2022 en un edificio okupa de la calle Marqués de Salamanca.
El procesado, que se enfrenta a una pena de 15 años de prisión, negó ayer haber acabado con la vida de la víctima. Destacó que el fallecido bebía mucho y que esa noche llegó ebrio a la finca. «Yo lo encontré borracho, como siempre porque tomaba muchos sol y sombra. Estaba desnudo y cayó por las escaleras. Lo quise ayudar, pero dijo que lo dejara en paz y que no llamara a la ambulancia», empezó diciendo el acusado, quien más tarde ofreció una declaración confusa. Aunque inicialmente dijo que la víctima no tenía sangre, después admitió haber limpiado la sangre con una fregona y apuntó, además, que la víctima le había ayudado a limpiar. Por su parte, la fiscal se extrañó de que en un edificio okupa --con las zonas comunes bastante sucias-- se pusieran a limpiar en mitad de la noche.
La defensa, que pide la libre absolución del procesado, puso el acento en la «buena relación» existente entre acusado y víctima e incidió en que la escena del crimen
en cuestión es una finca con «mucho trasiego de personas».
La declaración de varios okupas del mismo bloque no fue ayer tan consistente como lo había sido en fase de instrucción, por lo que la fiscal señaló las «contradicciones» existentes. Varios de los vecinos del edificio escucharon «ruidos» aquella noche, pero no ratificaron haber escuchado gritos, co
mo sí dijeron al juez instructor. Tampoco confirmaron ayer haber visto la sangre que antes sí recordaban. «Si hubiera tenido sangre, lo habría ayudado. Pensé que estaba borracho y le dije al acusado que llamara a una ambulancia. Él me dijo que así lo haría y yo me fui a mi casa», explicó este vecino.
Otra joven que vivía en la finca, que estaba enferma de covid y
no vio nada directamente, recordó que su pareja había bajado a auxiliar a la víctima tras oír «chillidos». «Mi exnovio me contó que había visto al procesado con un cuchillo en la mano», declaró ayer ante los magistrados para sorpresa de la fiscal, quien apuntó que esa información no se había proporcionado nunca antes.
También declaró ayer una tes
tigo --la única no residente en el bloque okupa-- que se marchaba a trabajar la mañana en que apareció el cuerpo y, al tirar marcha atrás, pasó por encima de los pies del cadáver. «Pensé que era un bordillo y miré por el retrovisor. Entonces vi que había un cuerpo y llamé al 091. Ellos dijeron que se ocupaban de todo», manifestó.
El juicio sigue este martes.