El Periódico Mediterráneo

El golpe policial a la compra de votos en Melilla se salda con 10 detenidos

El número tres de Coalición por Melilla y el yerno del líder del partido pasan a disposició­n judicial Están acusados de un delito electoral y otro de pertenenci­a a grupo criminal

- J. J. FERNÁNDEZ M. SAAVEDRA MADRID

La Policía Nacional dejó libres tras detenerles al número 3 de las listas de Coalición por Melilla (CPM) a las elecciones del domingo, Mohamed Ahmed Al-lal, y al yerno de su líder, Mustafá Aberchan, conocido como Abdul Lobo, en el marco de la investigac­ión judicial por una presunta compra de votos por correo en la ciudad autónoma. Así lo indicaron fuentes próximas a la investigac­ión, que añadieron que los mencionado­s son dos de los diez imputados en esta operación dirigida por un Juzgado de Melilla por un delito electoral y otro de pertenenci­a a grupo criminal.

Mohamed Ahmed Al-lal es además consejero de Distritos, Juventud y Participac­ión Ciudadana en el gobierno melillense y fue viceconsej­ero de Nuevas Tecnología­s. Declinó declarar ante la juez por recomendac­ión de su abogado y entregó su teléfono y su pasaporte a esperas de novedades.

Fuentes próximas a la investigac­ión indicaron a la Agencia Efe que después de prestar declaració­n los agentes dejaron en libertad a los nueve detenidos –siete arrestados ayer y tres el lunes–, que serán citados por la jueza que instruye las pesquisas sobre esta presunta trama.

Agentes de la Policía Nacional con pasamontañ­as registraro­n una decena de puntos, especialme­nte en las afueras de la localidad norteafric­ana. El despliegue se centró en la carretera de Farhana y en la Cañada de Hidum, dos de los puntos de mayor marginalid­ad. Uno de los puntos fue la sede del gabinete de comunicaci­ón de Coalición por Melilla, el principal partido del gobierno melillense.

FAMILIAS EMPOBRECID­AS La investigac­ión se centra en ambientes relacionad­os con el narcotráfi­co local. De dos bandas habrían salido los peones de la trama, delincuent­es melillense­s encargados de ofrecer a familias empobrecid­as entre 50 y 200 euros –«para el Mercadona», decía uno de los compradore­s– y de prometer puestos de trabajo cuando se formara un nuevo gobierno local.

Según fuentes cercanas a la operación –y sin confirmaci­ón oficial– la red estaría ligada a dos cabecillas del menudeo de hachís, ambos marroquíes, que ofrecían dinero entre población migrante con doble residencia, a este y el otro lado de la frontera con Marruecos, y con derecho a voto por empadronam­iento en territorio español. La operación, a cargo de agentes de Informació­n de la Policía Nacional, trata de esclarecer si los camellos ofrecieron sus servicios a CpM o fue esta fuerza política la que realizó el encargo.

El pago que la red ofrecía a votantes era superior cuantos más

miembros de una misma familia pudieran aportar. Así, con los precios bajos se tentaba a los votantes aislados, y con hasta 200 euros por cabeza a familias que tuvieran cinco o seis votantes. «Cobrar 1.200 euros por algo tan fácil era muy tentador para estas familias», relata una de estas fuentes. Ir a por las familias era clave para la red, y para ello era crucial convencer a gente bien relacionad­a en los barrios. La Policía investiga también ese papel de algunos intermedia­rios.

LAS DETENCIONE­S La operación se ha desarrolla­do bajo el secreto dictado por la autoridad judicial. No ha habido confirmaci­ón sobre si los antecedent­es que tienen los detenidos abarcan también participac­ión anterior en la trama de compra de votos juzgada en 2008, que costó la inhabilita­ción al líder de Coalición por Melilla, Mustafá Aberchan. El propio Aberchán difundió ayer un mensaje a sus allegados asegurando que la trama en realidad es obra del Partido Popular.

Junto a la línea principal de la investigac­ión, los agentes de informació­n de la Policía no han abandonado otra de carácter preventivo para esclarecer qué relaciones con Marruecos –más allá de su origen– tendrían algunos de los investigad­os. Las pesquisas tienen en el foco a más de un centenar de personas. Y se han trasladado también a otras ciudades, entre ellas Barcelona, en donde se detectó una entrega de papeletas de la circunscri­pción de Melilla en una oficina de Correos.

VOTOS POR CORREO De momento, se sabe que la cifra de votos por correo realmente emitidos ha sido baja y eso limita el posible impacto en las elecciones. Por el contrario, hasta este lunes se habían solicitado más de 11.707 votos por correo (una cifra anormalmen­te alta, uno de cada cinco inscritos en el censo y unas diez veces superior al resto de España). Pero solo 1.302 se han emitido realmente, el 11%. Incluso aunque todos fueran fraudulent­os, el impacto en escaños en las elecciones sería limitado.

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucció­n número 2 de Melilla investiga un presunto fraude electoral en el voto por correo en la Ciudad Autónoma después de que se conocieran los asaltos a empleados de Correos portadores de la documentac­ión electoral. La Policía puso en conocimien­to de la jueza Carmen María Perles el contenido de las diligencia­s de investigac­ión que había abierto, en las que se apunta a la actuación presuntame­nte irregular de decenas de personas. Las alarmas saltaron hace una semana, cuando tres carteros en la misma franja horaria pero en distintos puntos de la ciudad fueron asaltados y se les sustrajo documentac­ión electoral, un incidente que volvió a repetirse dos días después. A partir de ese momento es cuando se decidió que cada cartero estuviera acompañado por agentes de la Policía Nacional, Local o Guardia civil para proceder a la recogida y entrega de documentac­ión electoral.

VIGILANCIA Desde la Delegación del Gobierno pusieron vigilancia policial en la oficina de Correos de Melilla y dotar de protección policial a «cada uno de los carteros» encargados de la entrega de la documentac­ión electoral. También en la frontera terrestre con Marruecos, y en puertos y aeropuerto­s, para evitar el contraband­o de las papeletas. La Junta Electoral de Zona emitió la orden de solicitar identifica­ción a la hora de emitir el voto. La Junta Electoral Central dio el visto bueno a esta decisión, y la amplió a toda España: se exige el DNI o documento similar para emitir votos desde cualquier punto del país con destino a las mesas electorale­s de la ciudad autónoma.

Las prevencion­es surtieron un efecto casi inmediato. El número de peticiones de voto por correo se detuvo en seco, y el grueso de los sufragios solicitado­s no han llegado a emitirse, lo que es indicativo de la existencia de una trama real y a gran escala para la compra de votos, cuyos detalles aún están por esclarecer. La Asamblea de Melilla tiene 25 escaños. Los 11.000 votos supondrían entre seis y ocho escaños, pero los 1.300 emitidos no alcanzaría­n uno, dependiend­o de la participac­ión.

Según fuentes cercanas a la investigac­ión la red estaría ligada a dos cabecillas del menudeo de hachís

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ILIES AMAR / EUROPA PRESS Dos agentes de la Policía Nacional en la puerta de un domicilio en Melilla, ayer.

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