Florentino pide un profundo cambio arbitral
El dirigente reclama una revisión del VAR ante acciones como la sucedida en Mestalla
AFlorentino Pérez, el presidente del Real Madrid, el estallido del caso Vinicius le pilló en Kaunas, donde los blancos conquistaron la Euroliga de baloncesto. Con ese mismo equipo acudió ayer a la sede de la Comunidad de Madrid para festejar el título, momento en que aprovechó para explicar por vez primera su versión sobre los insultos racistas que recibió el brasileño en Mestalla, después de que Carlo Ancelotti insistiera, también ayer, en que «España no es un país racista, pero sí hay racismo en España».
«Hay que cambiar la estructura arbitral para no se pueda hacer responsable a la víctima del delito, como está ocurriendo ahora», indicó, apuntando de nuevo a Luis Rubiales, el presidente de la federación española de fútbol. Eso sí, el Madrid ha mantenido un silencio sobre la agresión de Fede Valverde, en el aparcamiento del Bernabéu, a Álex Baena, al término del partido del 8 de abril.
«Lo ocurrido es grave, y no es la primera vez», dijo el dirigente merengue, quien luego, como ya había hecho el Madrid en un segundo comunicado oficial, puso el foco sobre la pasividad que ha tenido la RFEF. «Hay que cambiar la estructura arbitral del fútbol en este país», subrayó Florentino, insistiendo en esa línea argumental de que las instituciones han dejado «indefenso y desamparado» (esas fueron las palabras utilizadas en el comunicado) a Vinicius.
Recalcó que «es una vergüenza querer convertirlo en culpable por ser uno de los mejores jugadores del mundo, como ha dicho el presidente de Brasil, Lula». «No pueden seguir permitiendo estos actos insoportables que destrozan la imagen de nuestro fútbol en el mundo», incidió Florentino, esperando «una respuesta contundente y firme de los responsables de las competiciones que son las que lo consienten», manifestó.
UN NUEVO PROTOCOLO Florentino reclama una revisión del VAR y del protocolo para chequear las jugadas después de que Vinicius fuera expulsado en Mestalla, mientras el club sostenía que también debería haber visto la roja Hugo Duro, el jugador del Valencia. «Se encuentra con una estructura tecnológica como es el VAR, que es muy buena, pero cuyo reiterado mal uso, como el pasado domingo, se ha convertido en el principal problema», denunció el presidente blanco, lamentando que «un problema, como pasa en el caso de Vinicius, que convierte a la víctima en culpable». «Esto lo hemos sufrido a lo largo de toda la competición: la pasividad no cabe ante estos hechos», reiteró.
Mientras la Policía Nacional detenía, ayer por la mañana, a tres jóvenes de entre 18 y 21 años por su supuesta implicación en los insultos racistas que Vinicius recibió en Mestalla (fueron pues
tos en libertad tras prestar declaración en las dependencias policiales), LaLiga emitía un comunicado en el que reclama más poder sancionador para que la lucha contra el racismo en el fútbol español sea eficaz, en un nuevo mensaje velado a la RFEF.
Sostiene el organismo que preside Javier Tebas que «lleva años liderando la detección y denuncia de comportamientos racistas en los estadios de fútbol, pero sintiéndose impotente al observar cómo terminan sus denuncias». La legislación española solo le permite, según recuerda la patronal de clubs, «detectar y denunciar los hechos que se producen». No obstante, argumenta que «no puede hacer nada más para combatir esos episodios de racismo», como el que Samu Chukwueze vivió también hace poco en la visita del Villarreal a Palma de Mallorca.