Respuestas de compromiso
Compaginar las fiestas del pueblo con los deberes profesionales acaba siendo una tortura china, incluso cuando toda obligación se reduce a rellenar este espacio con cierto orden gramatical y, sobre todo, con un contenido, un mensaje. Quiero decir que entre almuerzos, comidas, meriendas, cenas, algún aperitivo entre horas, visitas al mesón y los biyectivos desahogos intestinales, apenas tengo tiempo para nada, y eso que el duermevela y el excusado siempre fueron fuentes inspiradoras de considerable nivel.
Pero lo peor es el papel que representas. Y no digo yo que me disguste recibir invitaciones por doquier, si no que todas las reuniones, todas las conversaciones, deriven inquisitivas sobre la actualidad política, ergo las elecciones, y el momento del Club Deportivo Castellón, entiendo que por razón del cargo, de los años en el pescante, o del personaje que quieren ver en uno. Entonces, engolas la voz y sentencias quién va a ganar el cansino 28M, por supuesto que surgen discrepancias y no pocas dudas, porque la amistad y hasta la admiración recíprocas no son patente de corso para tragar con una opinión contraria a la propia. Porque, esa es otra, las más de las veces el envenenado enunciado busca anuencia, reforzar una idea preconcebida y, claro, ahí surge un motivo de enconada disputa si no sabes razonar bien tus convicciones, que por eso siempre suelo sustituir por otras ad hoc, muy a lo Groucho Marx.
No es menos recurrente y peligrosa la pregunta sobre si va a subir el Castellón, convencido todo interlocutor que compar
tirás con él una información secreta, un detalle inadvertido que permita argumentar la esperada respuesta, que no puede ser otra que el convencimiento de que nos espera el éxito, no sea el caso que traumatices al curioso aficionado. Así que uno echa mano de memoria y recuerda que se ascendió el año que parecía más difícil, por equipo y por calendario, o de paralelismo entre aquella cuestionada plantilla y la actual, y acaba apelando al miedo que sentirá el rival ante nuestra historia, la presión de Castalia y hasta cierto sentido de la justicia al que solemos apelar dada la acumulación de tanta desgracia, sobre todo en los últimos años, con
y sus respectivos secuaces. Satisfecho con tan ilusionante veredicto, no falta quien sigue asaltándote con otras cuestiones que tampoco son menores. Y, entonces, generalmente al final del condumio --ayer, un sabroso arroz caldoso con coliflor, alcachofa y galeras--, abandono toda conmiseración y eufemismo para entrar a saco. Me preguntaron, no negaré yo que con indisimulada malevolencia, sobre Voulgaris y su equipo gestor. Y corté de cua
Osuna, Blasco, Jiménez, Cruz, Montesinos
jo toda duda, ya que este ha pagado cantidades desorbitadas para evitar nuestra desaparición y reducir la deuda, construir una ciudad deportiva, clasificarnos para la liguilla de ascenso, reestructurar todos los estamentos del club e iniciar la limpieza de una Fundació refugio de nóminas y prebendas injustificadas, sin olvidar que Montesinos es el autor de ese chiringuito y que recogió la SAD con cuatro millones de deuda y la abandonó con cinco, según el auditor, amén de cobrar lo que no está escrito por la venta de sus acciones. La comparación resulta más odiosa que ilustrativa.
Orgulloso como estaba de mi sermón me sorprendieron con un irreverente silogismo: si Bob y los suyos son tan buenos, si están defendiendo los intereses del club como hacía tiempo que no se veía, por qué todavía no se han sumado a la causa de Sentimiento Albinegro contra los responsables del expolio que nos arruinó económicamente y nos abocó al averno de la tercera división. Y, claro, no hay respuesta lógica, ni siquiera para salir del paso, al menos hasta la próxima cita gastronómica o la liguilla que, sin duda, lo aparcará todo.