Dos grandes superpotencias citrícolas
La naranja egipcia y sudafricana ha conseguido desbancar a la española en los lineales de los supermercados europeos y lo peor todavía está por venir. Y la clave está en que mientras la producción citrícola en Castellón va claramente hacia abajo en esos dos países, fundamentalmente en Egipto, ocurre lo contrario.
El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), la entidad que aglutina a empresas privadas, grupos empresariales y organizaciones de productores y a la que pertenece, entre otras, la Asociación de Exportadores de Fruta de Castellón (Asociex), ha realizado un informe que se refleja claramente el potencial del país del Nilo y el papel que puede jugar en el comercio citrícola mundial: de los 23,9 millones de árboles que tiene plantados solo 13,9 millones están en producción, mientras que otros 10 millones lo harán en los próximos años.
Países como Sudáfrica o Egipto están acelerando en producción y ventas mientras que en Castellón cada vez se cultivan menos hectáreas y la consecuencia es clara. «Si nosotros tenemos una producción a la baja ocurre que otros países se posicionan, pero también que el comercio español acude a la naranja de fuera para cubrir la falta de fruta nacional», explica Carles Peris, secretario general de la Unió Llauradora i Ramadera.
Las diferencias entre Egipto y Sudáfrica y España son evidentes y esta campaña lo serán todavía más. El Ministerio de Agricultura acaba de publicar el aforo 2023-2024 y, a nivel nacional, la temporada será la segunda más reducida en once años. En Castellón la producción caerá un 7,8% respecto al año pasado.
Egipto tiene 23,9 millones de árboles plantados y 10 millones empezarán a producir en pocos años